Cómo saber si se trata de alergia o conjuntivitis
Al acercarse la primavera es muy normal que aparezcan algunas molestias en los ojos. A veces se trata de una alergia, y otras tantas puede algo más grave.
Llega la primavera, los días se alargan, el ambiente cambia, las condiciones climatológicas se hacen inestables y nuestros ojos lo perciben. Básicamente las plantas florecen, la carga polínica aumenta y estos pólenes, entre otros factores, impactan en los ojos.
En la mayoría de las personas, estos cambios pasan desapercibidos, pero la población alérgica lo nota. Los ojos reaccionan y responden con un cuadro clínico oftalmológico al que denominamos “conjuntivitis alérgica primaveral”.
El doctor Alejandro Aguilar, especialista en enfermedades de superficie ocular explica que se calcula que un 23% de la población mundial padece de alergia, y el 88% de estas personas desarrollan conjuntivitis alérgica primaveral.
Los síntomas típicos de este proceso son :
- -Picazón intensa (especialmente del lado nasal).
- Ojo rojo.
- Lagrimeo.
- Secreción mucosa.
La picazón es el síntoma por excelencia de este proceso, es intensa y genera una imperiosa y casi inevitable necesidad de rascado, lo que intensifica, alarga y agrava el cuadro. ¡Evitalo!
¿Es alergia o conjuntivitis?
Todos estos síntomas pueden confundirse y hacernos dudar si estamos frente a un cuadro alérgico o tenemos una infección, la típica “conjuntivitis”. Básicamente las diferencias son:
En la alergia el ojo pica y la picazón es muy intensa y no cede; en la conjuntivitis es le veo solo se presenta al inicio del proceso y luego puede desaparecer.
En la alergia el ojo rojo es moderado, se percibe más rojo que lo habitual pero de intensidad moderada; en la conjuntivitis el ojo está verdaderamente rojo, es una tonalidad tomate intenso.
El lagrimeo no evidencia grandes diferencias y en ambos casos se presenta por igual.
En la alergia la secreción es mucosa, es decir sin color, transparente, es una mucosidad elástica que no pega intensamente los ojos; en la conjuntivitis, la secreción es verde amarillenta, muy abundante y extremadamente pegajosa, al punto que al despertar, los ojos están muy pegados y cuesta abrirlos.
La alergia primaveral se trata con colirios antialérgicos que son muy bien tolerados.Tratamos de evitar la cortisona, ya que su potencial de desarrollar efectos adversos es alto. Indicamos además lubricantes artificiales que permiten “limpiar” los ojos y aliviarlos síntomas y recomendamos compresas frías por la misma razón.
Consejos
- No te toques ni rasques.
- Alejate, en lo posible, de lugares con abundante vegetación y especialmente si el día es ventoso.
- No te automediques.
- Acordate que la conjuntivitis alérgica primaveral no contagia.