Macri: "La inflación con la devaluación nos ha pegado"
El presidente Mauricio Macri admitió hoy que el país atraviesa "un momento difícil". Llamó a "poner el hombro".
Mauricio Macri reconoció que el país atraviesa "un momento difícil" y señaló que habrá que "poner el hombro". "La inflación con la devaluación nos ha pegado, pero a partir de acá vamos a ir bajando lentamente la inflación", pronosticó el Jefe de Estado.
El mandatario sostuvo que la Argentina tiene que "llegar a ser un país normal, con una inflación de un dígito, donde el Estado cobre menos impuestos y se banque con los que cobra".
En declaraciones formuladas a una radio de San Juan, el Presidente explicó: "es un camino duro pero era el único posible" y consideró que la crisis en los mercados emergentes llevó al país a "esta devaluación del cien por cien, eso nos trajo la recesión económica y vamos a tener unos meses de poner el hombro".
"Pero si estamos saliendo definitivamente de estas tormentas, siempre estamos pidiendo que el mundo no tenga tormentas nuevas, eso quiere decir que nos vamos a estar recuperando", agregó.
En cuanto al frente financiero, destacó que el riesgo país "bajó mucho", desde los 800 a 600 puntos, en reacción a la posibilidad de que la Argentina alcance un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Esperemos que siga bajando porque en la medida que baja el riesgo país empieza a bajar el costo del financiamiento para las empresas para comprar máquinas y hacer proyectos", consideró el mandatario.
Admitió que "de los mercados emergentes, la Argentina es el que más complicado está porque hace 70 años que tenemos un déficit fiscal enorme, que el Estado gasta más de lo que tiene y vive de prestado hace muchos años".
Indicó que el país "no tiene un sistema financiero propio sino uno muy chiquito" y precisó que en otras nacionales cubren las necesidades a nivel local en un 80 ó 90 por ciento.
Sobre la posibilidad de recibir inversiones, sostuvo: "Me parece que van a venir más bajando el riesgo país".
Por otra parte, remarcó que "las obras tienen que ser sinónimo de alegría, de futuro, de cambio, nunca más de algo espurio, de curro, de afano".
"Los buenos gobiernos son los que más obras hacen no los que más contratos generan para los parientes", indicó.