Las imágenes de Eduardo Domínguez insultando a sus jugadores, tildándolos de "cagones" una vez que Huracán le dio vuelta el partido con diez jugadores en el Tomás Adolfo Ducó, dieron la vuelta al mundo.

Es que no se recuerda a un entrenador que insulte de esa manera a sus jugadores durante un partido, lo que llamó la atención de los medios nacionales e internacionales. Una vez que terminó el partido Domínguez brindó una corta conferencia de prensa donde no se refirió al tema.

Los que sí minimizaron los sucedido fueron dos de los referentes del plantel como Matías Fritzler y Franco Zuculini. Mientras que este lunes, tras la finalización del entrenamiento, el que tomó la palabra fue el capitán Guillermo Ortiz, quien se pronunció en términos similares.

Se especuló que durante el fin de semana Domínguez decidiría si se mantendría como entrenador del equipo o daría un paso al costado, teniendo en cuenta que para muchos había cruzado una línea con su exabrupto.

Incluso se habló de una molestia dirigencial, e incluso el mismo DT le había manifestado a su grupo íntimo que se tomaría el fin de semana para decidir qué sería de su futuro.

Pero en el regreso de Colón a los entrenamientos, este lunes en el predio Ciudad Fútbol, no solamente se hizo presente Domínguez, sino que también estuvieron los principales dirigentes, entre los que se encontró José Vignatti.

El mismo presidente paró a hablar con los periodistas que estaban apostados en la puerta del Predio a su llegada, y les dijo: "Con Domínguez seremos campeones en dos años". Y luego de brindarle su apoyo, antes de retirarse, paró nuevamente y redobló la apuesta al expresar que no serían dos años, sino que en un año "Colón será campeón con Domínguez".

De esta manera el máximo titular sabalero salió a poner paños fríos tras el inicidente que se registró el pasado viernes en Parque Patricios, aunque lo que le manifestó a los periodistas, entre los que estaba Diez en Deportes, quedará grabada y como una promesa a futuro.