El mundo se paraliza. Pese a que en muchos país la atención es mínima, en otros el punto se esfervecencia está llegando al máximo de ebullición. Más que nada mañana desde las 16:00, si es que el clima lo permite, cuando comience a rodar la pelota en La Bombonera con la realización del primer partido de la final de la Copa Libertadores entre Boca y River.

A lo largo de la historia de la Copa Libertadores , Boca y River se enfrentaron en 24 ocasiones. Desde aquella seguidilla de cuatro superclásicos en 83 días de la edición de 1966 a la escandalosa noche del gas pimienta, Boca ganó 10 veces y marcó 28 goles, River celebró en 7 y anotó 19 tantos, mientras que igualaron los 7 juegos restantes.

Con el correr de los años, el reglamento fue variando, de acuerdo a la cantidad de participantes del torneo continental. Es por eso que la gran mayoría de los Boca-River (18 partidos) no se dieron en fases de eliminación directa, que compartían los equipos del mismo país.

Con la excepción de la segunda fase de la Libertadores de 1978 (dos triangulares que definían a los finalistas), en la que sí hubo superclásico (0-0 en la Bombonera y victoria xeneize 2-0 en el Monumental), recién a partir del 2000 se dieron partidos entre los eternos rivales en llaves de eliminación directa. Más allá de los resultados de cada partido, River llegó más lejos que Boca en 1966, 1970, 1982 y 1986. Boca, por su parte, lo dejó en el camino en 1977, 1978 y 1991.

En este siglo jugaron hasta aquí en seis ocasiones, por tres llaves de eliminación directa. River ganó 3 partidos, Boca 2 y empataron el restante. Aunque el Xeneize eliminó a su clásico rival en dos ocasiones: los cuartos de final 2000 (la noche del gol de Martín Palermo, que recién volvía de una larga lesión) y las semifinales de 2004 (gallinita de Tevez y una dramática definición por penales en el Monumental, con Abbondanzieri como héroe).

El Millonario, en tanto, se desquitó en 2015: venció 1-0 de local y avanzó a los cuartos de final después de que la Conmebol descalificó a Boca dos días después del escándalo del gas pimienta, hecho que impidió que se jugara el segundo tiempo del desquite en la Bombonera, que entonces estaba 0 a 0).

Este sábado 10 y dos semanas después, el 24, se jugarán los dos superclásicos más importantes de toda la historia. El que definirá por primera vez una Copa Libertadores. Entonces, cuando la pelota comience a rodar, ya nada de lo sucedido hasta aquí importará.