En medio de una severa crisis, Grecia se prepara para encarar una semana política crucial

Grecia comienza una semana clave en la que el Parlamento deberá votar un severo y resistido ajuste impuesto por la "troika" (la Unión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo) como condición ineludible para liberar la ayuda que necesita el país, a fin de no suspender pagos en julio.

Si bien el primer ministro, Giorgos Papandreu, confía en que los diputados de su partido PASOK tengan visión política como para evitar que el país caiga en el precipicio de la insolvencia, dos de sus parlamentarios -procedentes del norte del país- no piensan aprobar el paquete de recortes.

En Atenas, en tanto, aumenta la incertidumbre mientras la consigna de Bruselas es inequívoca: si no se aprueba el severo programa de recorte no habrá dinero para el rescate del país.

El primer ministro no puede permitirse ningún ausentismo, pues cuenta sólo con 155 diputados en un Parlamento integrado por 300 congresistas, varios de los cuales -según la prensa local- podrían esperar hasta el último minuto para tomar la decisión sobre el voto, según informó la agencia de noticias DPA.

Para el premier, tampoco es muy alentador el panorama en el seno de la oposición, cuyo líder, Antonis Samaras, no se cansa de repetir a cada ocasión que las medidas de recorte ahogarán la economía griega.

Aún no se sabe cuándo ni cómo se realizará la crucial votación, cuyo debate se realizará el martes y el miércoles, informó la agencia de noticias Europa Press.

La resistencia ciudadana al recorte es creciente y los sindicatos realizarán una huelga de funcionarios y trabajadores del sector privado durante 48 horas, mientras el martes y el miércoles habrá paros en los ministerios y los transbordadores y controladores aéreos.

Ayer, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijo que la UE está suficientemente armada como para superar todas las consecuencias de la crisis en Grecia, aún si el país heleno entra en quiebra.

Schäuble dijo estar "optimista con Grecia y creo que se logrará una mayoría en el Parlamento para aprobar el paquete de ahorro", pero advirtió si el Parlamento no aprueba el plan de ajuste "podría llevar a Atenas a no recibir el tramo de un rescate que necesita para mantener su solvencia".

"La estabilidad de toda la zona euro estaría en peligro y se debe asegurar rápidamente que el riesgo de contagio para el sistema financiero y otros países de la zona euro esté contenido", agregó Papandreu no tuvo tiempo de saborear su triunfo político del pasado martes, cuando logró el voto de confianza del Parlamento tras remodelar su Gobierno y nombrar responsable de Finanzas a Evangelos Venizelos, y esta semana deberá enfrentar la furia ciudadana que resiste el ajuste con todas sus fuerzas.

Igual como vino ocurriendo en la última semana, se espera que miles de enfurecidos manifestantes expresen en varias ciudades helenas su bronca hacia los legisladores griegos a quienes acusan de "castigar al pueblo para salvar a los bancos de la Unión Europea", además de gritarles "ladrones".

La aprobación del nuevo ajuste es condición sine qua non para que la UE desembolse a Grecia 12.000 millones de euros del quinto tramo del préstamo de 110.000 millones que le otorgó el año pasado junto al Fondo Monetario Internacional (FMI), dinero sin el cual el país caerá en default a mediados del mes próximo.

Un eventual default griego podría arrastrar a los bancos europeos tenedores de los bonos, poner en riesgo a otras frágiles economías de la Eurozona y hasta desestabilizar profundamente los mercados internacionales, según funcionarios y analistas.

En la cumbre en Bruselas, los jefes de Estado y Gobierno de la UE acordaron el jueves conceder un nuevo préstamo a Grecia además del año pasado, ante la evidencia de que el país se quedará sin fondos cuando consuma los fondos concedidos en 2010 y no podrá volver a los mercados de créditos hasta dentro de varios años.

La jefa de gobierno alemana, la canciller Angela Merkel, dejó en claro en Bruselas que este nuevo "salvataje" está condicionado a la aprobación del ajuste por parte del Parlamento griego, al igual que la siguiente cuota del "rescate" acordado en 2010.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona tienen previsto reunirse el 3 de julio para definir si finalmente desembolsa ese dinero y empieza a definir el nuevo paquete de asistencia financiera, dependiendo de lo que pase en el Parlamento griego.