El último mensaje del submarinista santafesino a su esposa
Itatí Leguizamón, pareja de Germán Suárez, contó por LT10 el contenido del video que le dejó su marido antes de partir. “Tiene actualidad tanto para ese momento como para ahora. Siempre que me sienta mal lo voy a mirar”, asegura.
El 15 de noviembre se cumplió un año de la desaparición del ARA San Juan, y sus seres queridos recordaron a las 44 víctimas mediante distintos rituales y actos conmemorativos, sin sospechar que sólo dos días después, la Armada Argentina confirmaría el hallazgo del submarino durante nuevas -y casi últimas- tareas de rastrillaje del buque Seabed Constructor.
Itatí Leguizamón no fue la excepción entre aquellos que rindieron homenaje a la tripulación, y develó uno de los secretos más preciados que lleva consigo desde la última vez que vio a su marido, Germán Suárez. En su computadora guarda un “tesoro” que la ayuda a sobrellevar las horas de angustia.
Germán era santafesino y ella es formoseña. Se conocieron en Mar del Plata y en 2014 se casaron. La Navidad de 2016, por esas ironías de la vida, la pasaron en el submarino.
“Fue la primera navegación larga que tenía en su carrera. Como iba a ser extensa, él me dijo que me dejaba una sorpresa en la compu. Era un video”, relató, en diálogo con Todo Pasa.
Itatí estaba esperando “a extrañarlo” a él para verlo. Y entonces, lo vio cuando todo ya era dolor e incertidumbre. Y desde ese día, lo mira una y otra vez.
“En el video él me decía que me quede tranquila, que él está bien y que está haciendo lo que le gusta con sus compañeros. Que no me ponga triste. Que le dé para adelante, que siga, que tenga fuerza, que rece cada vez que me sienta mal y que cuando me sienta decaída mire el video. Que tenga ánimo y que él pronto iba a volver”, contó.
“Lloré un montón. Es como que lo veía y que me estaba hablando. Parecía que estuviera ahí. Es increíble. Incluso lo miro hoy, siempre lo miro…antes lo veía todos los días para dormirme, para sentir que estaba cerca de mí y que me estaba hablando, y lo que me dice tiene actualidad tanto para ese momento como para ahora. Siempre que me sienta mal lo voy a mirar”, continuó.
Acerca de su propio duelo, Itatí dijo que empezó cuando se supo de la explosión en el submarino. “Decidí optar por lo más racional. Si hubo una explosión, es entendible que no iban a volver. Lo asumí como que ese día él dejó este mundo y empecé el proceso de duelo”.
Por supuesto que no es fácil. “Cuando se te muere un ser querido, y encima él que era todo para mí… hay días que estás bien y otros que estás mal. Yo no sé si esto se cura o sólo se aprende a vivir con eso, con el dolor y viviendo cada día”.
“No tengo ni un mal recuerdo. Si me pongo a pensar en él, sólo puedo tener una sonrisa. Sólo me queda recordarlo con alegría y honrándolo como a él le hubiera gustado, yendo a misa y rezando por él”, culminó.
Audio: Itatí Leguizamón
Su navegador no soporta audio HTML