Consejos para evitar el estrés crónico

Aprendé a disfrutar del día a día y dejar de lado la tensión que afecta de forma negativa a nuestro cuerpo.

Cuando nos sentimos en una situación de peligro, el estrés comienza a ser parte de nosotros. En la región límbica de nuestro cerebro es donde se encuentra el “cerebro emocional”. Ahí es donde las emociones pasan por el inconsciente y se analiza la información para descartar peligro o ponernos a la defensiva. Sin embargo, muchas veces los traumas del pasado, o las cuestiones que siempre vienen a afectarnos, son parte de lo que activa ese estrés.

Mientras más vivimos esas emociones negativas, esos recuerdos dolorosos, o esos miedos fundamentados en lo más profundo de nuestro ser, el estrés se convierte en algo crónico. Comenzamos a sentirnos estresados todo el día, incluso cuando no pensamos en eso.

El estrés nos hace envejecer más rápido, inflama y oxida nuestro cuerpo, eleva nuestro nivel de azúcar, incrementa la tensión arterial, daña nuestro metabolismo e incluso rompe lazos con nuestra creatividad.

¿Qué podemos hacer para evitarlo?

  • Hacer ejercicio es una forma de comenzar a bajar esa ansiedad que induce al estrés. La reflexología podal, trabajar sobre los pies para acceder a nuestras emociones ocultas, es otra manera de transformar nuestra mente.
  • Un masaje puede ayudarnos. Entender nuestra mente es tan importante como cumplir nuestras metas, salir adelante o hacer ejercicio. La salud mental está tomando fuerza e importancia, por lo que no debemos descartar que la necesitamos.
  • Comer y dormir bien, debemos aprender a organizar y planificar nuestras obligaciones. Tomate tu tiempo para reflexionar un poco cada día sobre cómo te están yendo las cosas.
  • Otra alternativa es la meditación. Las técnicas de relajación son simples. Comenzá con un músculo. Mantenelo apretado durante unos segundos y luego relajalo. Hacé esto con cada uno de sus músculos, empezando por los dedos de los pies y los pies, y subiendo hacia el resto del cuerpo.
  • La elongación también puede aliviar la tensión. Rotá la cabeza en un círculo suave. Estirate hacia arriba, e inclinate hacia un lado y hacia el otro lentamente. Rotá los hombros.
  • La respiración profunda y relajada por sí sola puede ayudar a aliviar el estrés. Esto ayuda a obtener mucho oxígeno y activa la respuesta de relajación de su cuerpo.
  • Realizar actividades que te gustan, ya sea artísticas, juntarse con amigos, paseos, y dejá de lado por un rato esos pensamientos que te preocupan y no podés resolver.