Científicos trabajan en una vacuna contra el acné
El compuesto buscará neutralizar la bacteria que provoca la aparición de granos. Una solución para muchos.
Cada vez estamos más cerca en poder decirle adiós a uno de los más grandes miedos adolescentes: el acné. Científicos de la Universidad de California (Estados Unidos) y de la Universidad Nacional Central de Taiwán, publicaron una investigación que podría conducir a producir la primera vacuna contra la enfermedad.
Los “granitos” suelen ser uno de los problemas más recurrentes durante la adolescencia y pueden tener causas diversas, desde una piel grasosa a reacciones alérgicas o psicosomáticas. Asimismo, se han convertido en un problema social, personas con acné resultan víctimas de bullying y pueden generar problemas de baja autoestima. El estudio podría proveer una primera respuesta médica concreta a la problemática.
El documento apareció en la revista científica Journal of Investigative Dermatology. Los dermatólogos que trabajaron en el tema descubrieron que pueden producirse anticuerpos que actúen en contra de la bacteria que genera la grasitud que conlleva a las lesiones en la piel, es decir, los granos.
Se trata de la bacteria Propionibacterium acnes (P.acnes). Todos la tenemos, pero en las personas con acné actúa con mayor fuerza. Lo que hace es que, al entrar en contacto con el sebo de la piel, genera ácidos grasos que lesionan la corteza y producen las marcas.
La vacuna que estudian producir buscará neutralizar las toxinas que genera la bacteria y así evitar que aparezcan los granos, una afección que sufre el 80% de la población mundial.
Hasta que la inmunización esté disponible dependemos de algunas estrategias para prevenir el acné. Lo más importante es sostener el cutis limpio y evitar la acumulación de grasas. Para esto se recomienda limpiar el rostro a diario. Al secar la cara no debe hacerse con rudeza porque eso produce lesiones. Siempre está la posibilidad de utilizar productos hidratantes, pero hay que tener cuidado con lo que nos aplicamos en el rostro. Y lo más importante de todo, no los toques porque puede quedarte una marca y, además, podés empeorar la inflamación. Ante cualquier duda, siempre es recomendable acercarse a consultar con un dermatólogo.