El presidente Mauricio Macri aplaudió a rabiar el espectáculo de más de 80 bailarines en el Teatro Colón, con el que la organización argentina del G20 agasajó a los líderes mundiales, y no pudo disimular su emoción, que lo llevó incluso a las lágrimas.

Al finalizar el espectáculo, todos los presidentes se pusieron de pie para la ovación y de inmediato los focos y las miradas de sus pares se posaron sobre Macri y su esposa, Juliana Awada, que lo contenía a su lado. A los pocos minutos, las imágenes se volvieron virales. 

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