¿Cuál es la prenda más contaminante de tu placard?
Por su fabricación y por los procesos industriales que conlleva, se trata de un objeto altamente nocivo para los ríos del planeta.
Hay prendas de vestir que para su confección necesitan diversos tipos de tratamiento. Pero una de las telas que más impacto tienen sobre el ecosistema es el denim, material con el que se confeccionan los clásicos jeans o “vaqueros”.
Según publíca en su sitio web TN, los tintes sintéticos azules usados son fijados con un potente blanqueador que es altamente contaminante. Incluso, varias ONG del mundo que denunciaron el impacto en los en los ríos de China y otros países del sudeste asiático. Cada una de esas prendas utiliza unos 11.500 litros de agua en todo su ciclo de vida.
A raíz de esto, expertos en bioquímica de la Universidad de Berkeley están buscando alternativas más ecológicas para la fabricación de esta tela, según publicaron en la publicación Nature Chemical Biology. Alrededor de 200 mil toneladas de los tintes o colorantes van a parar al agua cada año “por la ineficiencia de los procesos de teñido y acabado (entre un 10% y un 15%), y muchos escapan los procedimientos convencionales de tratamiento hídrico y persisten en el entorno”.
El 65% de la producción mundial textil se realiza en China y, según el Institute of Public and Environmental Affairs (IPE), esta industria descarga 2,5 billones de litros al agua de sus ríos, muchos contaminados.
El inesperado aporte "ecológico" de la bacteria E. coli
La ciencia ofrece algunas soluciones. Nature Chemical Biology publicó un método (más amigable con el medio ambiente) para fabricar y aplicar el colorante añil que, en este caso, depende de bacterias de Escherichia coli modificadas genéticamente. El proceso imita un cambio químico que se da en la naturaleza dentro de las hojas de la planta, “donde el indoxilo se combina con la glucosa y se almacena como una molécula incolora”.
"Es una gran noticia sustituir procesos químicos complejos mediante bacterias, una solución viable para más industrias", opinan los investigadores sin embargo esta tecnología aún no se aplica industrialmente ya que debe ser optimizada y ampliada para que sea comercialmente viable, dado que la enzima utilizada para liberar el indoxilo es muy cara.