Reconocen la labor de 80 trabajadores del Cullen
Médicos, enfermeros, personal de servicios, administrativos, bioquímicos, entre otros, recibieron medallas y diplomas en agradecimiento "al imprescindible trabajo que realizaron en favor de los pacientes".
El ministerio de Salud, agasajó a 80 trabajadores y trabajadoras que se jubilaron recientemente luego de brindar "un servicio destacable e imprescindible en favor de las personas que se atendieron en el hospital Cullen, referente en el centro norte provincial en atención de emergencias, urgencias y especialidades de alta complejidad ", consideraron en las palabras de bienvenida.
El acto se realizó en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Santa Fe (Cemafe) y estuvo encabezado por el secretario de Administración del ministerio de Salud, Guillermo Álvarez, en representación de la ministra del área, Andrea Uboldi.
Inicialmente, Álvarez recordó su tránsito durante más de seis años por el hospital Cullen –en donde se desempeñó como representante del Estado en el Consejo de Administración– y lo importante que fue para él, en lo personal y en lo profesional, haber formado parte del efector, al que calificó como "una gran escuela y su segunda casa".
"Si no hubiese trabajado tan intensamente con ustedes en el hospital dudo que hubiese sido honrado por la ministra Andrea Uboldi y otras autoridades del Poder Ejecutivo al momento de designarme en el cargo que hoy ocupo en el ministerio. Con ustedes aprendí mucho y trabajamos mucho por el hospital y por el sistema público de salud provincial. Tengo mi corazón también allí, con ustedes", expresó el secretario de Administración.
"Solo tengo palabras de agradecimiento que brindarles. Por tanto esfuerzo, dedicación, responsabilidad y profesionalismo puestos al servicio de la gente en sus años de trabajo. Siento un sincero orgullo de haber compartido algo de todo eso con ustedes. Sepan que sigo sintiéndome parte del hospital; y que es un honor y un placer participar de este reconocimiento por todo lo que dejaron allí", agregó Álvarez.
"Quiero además trasmitirles el saludo y el cariño de la ministra Andrea Uboldi, quien lamentablemente no pudo estar presente por cuestiones de agenda", concluyó Guillermo Álvarez y agregó: También agradezco a la secretaría de Tercer Nivel de Atención en Salud, a las autoridades del Cemafe y a la dirección provincial de Comunicación por el apoyo brindado para realizar este homenaje".
Otro espacio pero el mismo espíritu
Por su parte el director del hospital, Juan Pablo Poletti, también agradeció a las autoridades del Cemafe dijo: "Gracias a Dios las obras que venimos haciendo en los últimos años en el Cullen nos permitieron ganar y ampliar espacios para la atención de la gente, pero nuestro auditorio quedó chico para agasajar a tantos. No obstante ello, creemos que no se pierde la sensibilidad y el espíritu de esta celebración, a pesar de que estamos «de visitantes», en este majestuoso Centro, que hoy es parte vital de la red de salud de la provincia".
"En lo personal –y me expreso un poco también en representación del Concejo de Administración– este es un acto al que queríamos darle la relevancia que se merece, y esperamos que así lo sientan. Llevo 25 años trabajando en el Cullen y hoy se jubilan muchos de mis maestros, mis compañeros, mis soportes fundamentales", expresó Poletti.
"Enfermeras y enfermeros que nos enseñaron cómo agarrar una pinza para curar la primera herida y que nos contagiaron la sensibilidad y la empatía, la vocación por el cuidado constante de la vida y la calidad de vida de los pacientes. Agradezco a todos y cada uno de los trabajadores. Y deseo de corazón que luego de brindar a la salud pública 30 o 40 años de servicio disfruten como se merecen de esta nueva etapa", concluyó el director del hospital, visiblemente emocionado.
Posteriormente, María del Carmen Barbona, enfermera de la sala 5 del efector, brindó un especial detalle del "fundamental rol de enfermeros y enfermeras, mañana, tarde y noche", no solo en lo profesional y propio de sus incumbencias, sino también "en lo humano, en su vínculo con los pacientes, compartiendo penas y alegrías, acompañando y conteniendo a los familiares en el proceso de recuperación que, a pesar de todos los esfuerzos, a veces no tienen un desenlace feliz; y otras veces sí cuando se van con el alta médica".