2019

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I
Al año 2019 no lo observo como un camino recto, sino como un laberinto en el que abundarán las vías muertas y los abismos, la perplejidad y la confusión. Un laberinto a recorrer sin la ayuda de Ariadna y sin el espejismo de la utopía, pero iluminado por la persistente luz de la esperanza. Un año donde la realidad más cercana será la de las encrucijadas entre visiones opuestas de la realidad y de la política. República o populismo. Civilización o barbarie, hubiera escrito Sarmiento.

II
Tres incógnitas se nos presentan para 2019: procesos electorales con desenlaces imprevisibles; una situación económica de la que lo único razonable que se puede decir es que resulta imposible establecer pronósticos; una competencia electoral con visiones políticas antagónicas.

III
Ni pesimista ni optimista: consigno problemas: más del treinta por ciento de pobres; más de la mitad de la población vive de lo que aporta un cuarto; la renta agraria sigue siendo el principal facto de financiamiento. Fieles al pasado, seguimos creyendo que una cosecha nos salva. No sé si podemos permitirnos el pesimismo, pero de lo que estoy seguro es de que no hay mucho espacio para el optimismo.  

IV
“Cambiemos” está bastante lejos de la perfección política, pero en este país devastado por la peste emocional del populismo, sigue siendo lo posible o lo menos detestable. La recuperación nacional viene de la mano de la cultura liberal, no de las manos peludas del populismo.

V
La viveza criolla trasladada a la política ha hecho estragos en la Argentina. Espero y deseo que el gobierno de Macri desista de caer en esa tentación. No estaría de más recordarle al respecto que sus mejores momentos fueron los de la discreción, la mesura, la transparencia, el afán de cambio y progreso.

VI
¿Macri o Cristina? Parece ser la polarización más probable. ¿Una invención desde el poder? Seguramente, pero en lo fundamental es una polarización planteada en el seno mismo de la sociedad. ¿Habrá otras alternativas? Sería deseable que así fuera. Pero deberán construirse. Al respecto, todos los jugadores deberán tener presente que en política el que polariza, gana. Lo demás, queda recluido en el archivo de las buenas intenciones.     

VII
Jair Bolsonaro mencionó a Dios ocho veces en su discurso. Está en su derecho como individuo, pero no sé si está en su derecho como presidente de todos los brasileños. No soy teólogo, pero supongo que Dios no es un jingle o algo que se vende como una publicidad de hamburguesa. Dios, como el amor, debería ser una revelación íntima, por lo que toda exhibición no sería fe, sino idolatría; no sería celebración sino publicidad.

VIII
No soy creyente, soy "dudante", como le gustaba decir al viejo don Atahualpa Yupanqui. El misterio puede ser una presencia, pero para mí y para todos los “dudantes” es una ausencia. Tal vez la fe me fue negada, pero más de una vez desearía ser un hombre de fe, una fe discreta e íntima. Supongo que Dios no se impone, mucho menos desde el Estado o desde el poder.

IX
¿A favor o en contra de Bolsonaro? A favor del Estado de derecho; a favor de la división de poderes y los controles; a favor de la economía de mercado y la genuina competencia; a favor de los derechos del hombre y del ciudadano. Desde esos lugares evaluaré a Jair Bolsonaro.

X
El Partido de los Trabajadores está indignando por la llegada de Bolsonaro al poder, pero de lo que debería indignarse es de todo lo que sus dirigentes hicieron para crear las condiciones sociales y políticas para que un populista de derecha como Bolsonaro llegara al poder.

XI
Jair Bolsonaro es de derecha -qué duda cabe- pero no es fascista, del mismo modo que el Partido de los Trabajadores es una versión algo degradada y corrupta del populismo de izquierda, pero no es comunista y sus dirigentes –para tranquilidad de sus escandalizados enemigos- no solo que están a favor de la propiedad privada, sino que predican con el ejemplo acumulando propiedades y cuentas bancarias.

XII
El Partido de los Trabajadores con Lula y Dirceu a la cabeza despertó muchas ilusiones y esperanzas, ilusiones y esperanzas que las fue triturando sin misericordia en el altar del cinismo y la corrupción. ¿Alguien debe sorprenderse porque después de este fracaso la sociedad opte por una alternativa opuesta a la retórica "petista"?

XIII
Así como cuando la izquierda llega al poder luego se corre al centro, hay motivos para suponer que la derecha estilo Bolsonaro también se correrá al centro para decepción de sus fanáticos. Guste o no, en las sociedades modernas se gobierna desde el centro y está bien que así sea.

XIV
Sesenta años de la revolución cubana. La economía y la sociedad más parecidas a un sombrío y despótico manicomio que al prometido paraíso socialista. El oficio de payaso para animar fiestas infantiles…la única actividad económica privada permitida. Sentido del humor no les falta. Contemplando las ruinas de las promesas revolucionarias el viejo izquierdista podría exclamar como el desencantado tanguero: “Que grande ha sido nuestro amor, y sin embargo ¡ay!...mirá lo que quedó”.

A sesenta años de la revolución cubana, por Rogelio Alaniz

XV
A la hora de asignar los atributos de la vida y de la muerte los amigos kirchneristas son infalibles. Según esta singular mirada de lo real a  Héctor Timerman no lo mató el cáncer de hígado sino Macri con su impiedad y su odio, mientras que Nisman no fue asesinado sino que se suicidó. Ni a Agatha Christie se le hubiera ocurrido semejante y sabia sustitución de roles. Trabajo para Hércules Poirot. 

XVI
Resulta notable el talento de ciertos peronistas para retornar a los lugares más comunes de su crasa mitología. Ahora dicen que por la muerte de Timerman los gorilas escriben "Viva el cáncer". Mentira más fraude. ¿O es necesario explicar que esa consigna no existe, nadie la escribió, fue un invento publicitario de Alejandro Apold, el Goebbels del régimen peronista?

XVII
Rechazo el sentimentalismo porque es un fracaso del sentimiento. Una muerte merece respeto, pero la muerte no hace ni más malo ni más bueno a nadie. Seguramente a Timerman había gente que lo quería, pero ningún afecto privado disimula al colaborador de la dictadura militar, al traidor al pueblo judío y al cómplice del régimen iraní.

XVIII
El chico de Bariloche que se suicidó por una denuncia de acoso sexual que luego la denunciante admitió que era falsa y producto del despecho, deja varias enseñanzas, pero la más importante es que de aquí en más las denuncias de este tipo deberán probarse, tal como lo prescribe la ley.

XIX
Dijo Jorge Luis Borges de Victoria Ocampo: “Cuando las mujeres eran genéricas ella tuvo el coraje de ser un individuo”. De eso se trata. Es el gran desafío de la humanidad. Dejar de ser masa y ser individuos. Una sociedad libre y justa debería ser una sociedad de individuos, no de masas manipuladas por el líder, el jefe, el conductor o el panóptico.

XX
Una multitud (40.000 personas) celebrando "la alegría" en Mar del Plata con la orquesta y el coro estable del Teatro Colón. Hace una semana en El Rosedal pasó algo parecido. Ojalá lo sucedido convenza a los políticos que promover música de calidad no significa perder votos. “Para el pueblo lo mejor”, debería ser la consigna de todo político en materia cultural.

XXI
"Es falso que se llevaron todo", dice el señor Alberto Fernández, un caballero que durante unos cuantos años fue la mano derecha y la mano izquierda de los Kirchner. "Es falso que se llevaron todo". Una frase de seis palabras en la que la única palabra verdadera es "Falso".

XXII
Hace 100 años se produjo en barrio Once y barrio Crespo de Buenos Aires uno de los episodios represivos más lamentables de nuestra historia: la Semana Trágica. Antes de Hitler y de los campos de exterminio en Buenos Aires se quemaron libros y se asesinaron judíos, mientras bandas parapoliciales masacraban obreros.  Protagonistas: Pedro Vasena, Leopoldo de Melo, Dellepiane, Liga Patriótica, anarquistas y socialistas y cientos y cientos de muertos.

XXIII
Murió el escritor judío Amos Oz. Una sensibilidad exquisita se ha apagado, un cerebro privilegiado dejó de funcionar. Como dijera el viejo Atahualpa Yupanqui: la muerte de estas personalidades son una catástrofe parecida al incendio de una gran biblioteca. Feliz viaje querido Oz.