Doce formas de controlar el estrés laboral
Los tiempos cambian y cada vez es más normal vivir para trabajar, lo cual trae muchos problemas a la salud.
El estrés laboral es uno de los problemas más graves de la sociedad actual.
Los niveles correctos provocan una activación extra que puede hacernos pensar con mayor claridad, fijarnos más en los detalles o trabajar más rápido. El problema llega cuando los niveles son demasiado altos. Esta situación, que puede llegar a provocar enfermedades y trastornos graves, se conoce como distrés.
Según su gravedad puede provocar síntomas emocionales (cambios de humor), mentales (problemas de concentración), de conducta (aislamiento social) u otras enfermedades más graves como hipertensión o depresión.
Estas son doce efectivas formas de no dejarse vencer por el estrés.
1. Identificar qué es lo que nos estresa
Una forma es anotar en la agenda nuestros pensamientos y reacciones ante las situaciones de cada día. Encontrar patrones entre lo que nos estresa y lo que no, puede ayudarnos a saber cómo combatirlo o cómo reaccionar ante ellos.
2. Reaccionar de forma positiva
Combatirlo con opciones saludables como el ejercicio, ya sea a un nivel más sosegado como el yoga o a un nivel más intenso como el spinning o el aerobic. Otra de las formas es sacar tiempo para hacer las cosas que más nos gustan como leer un libro, ver una película o pasar un rato jugando a videojuegos.
3. Poner límites
La tecnología actual nos da la posibilidad de estar disponibles las 24 horas del día y eso solo puede crearnos angustia y estrés. Ponernos unos límites como no consultar el correo del trabajo desde casa o poner el teléfono en silencio a partir de determinada hora nos ayudará a combatir el estrés motivado por el trabajo.
4. Descansar
Los efectos del estrés y el cansancio laboral nos pondrán obstáculos en el desempeño de nuestro trabajo; por tanto, es necesario tomarnos un tiempo para descansar. “Desconectar” del trabajo cuando nos encontramos fuera de la oficina es requisito imprescindible para que nuestro estrés no se vuelva crónico y para que rindamos mucho mejor.
5. Hablar con el jefe
Crear un ambiente positivo de trabajo que promueva el bienestar de todos. Hablar con el jefe puede ayudarnos a controlar situaciones de estrés que obstaculizan el desempeño adecuado de tu trabajo como, por ejemplo, saber qué es lo que se espera de nosotros exactamente, establecer tareas que supongan un reto o hacer cambios físicos en la zona de trabajo para reducir las tensiones y hacerlo más confortable.
6. Conseguir apoyo externo
Abrir nuestras miras es indispensable para no sentirnos sobrepasados. Contar con el apoyo de la familia y amigos puede ayudarte a manejar el estrés diario provocado por el trabajo.
7. Organizarse
Tanto en nuestra mente y acciones como en nuestro espacio de trabajo. Establecer una serie de propósitos diarios ayudará a que nuestra mente se estructure y funcione a mejor ritmo. Si este tipo de plannings se acompañan de una organización externa (mantener el lugar de trabajo despejado, cómodo y con las cosas en su sitio) lograremos que el tiempo en el trabajo nos resulte mucho más cómodo.
8. Delegar
Debemos entender la acción como una forma de repartir parte del trabajo y fomentar aspectos positivos en el ámbito laboral. Esto consigue no sobrecargar a una sola persona con un exceso de trabajo y si se hace bien se puede reforzar técnicas de trabajo en equipo, organización y reparto de tareas e incluso madurez profesional.
9. Tomarse cinco minutos
Todos tenemos un punto de impacto crítico en el que colapsamos. El estrés puede hacernos sentir que perdemos el control de la situación y provocar que nuestra mente se bloquee y no podamos reaccionar como deberíamos. Antes de llegar a ese límite, es preferible parar cinco minutos.
10. Aprender a relajarse
Además del yoga u otros tipos de deportes, existen técnicas especializadas que, si bien no permiten eliminar el estrés, al menos ayudan a controlarlo o disminuir sus efectos. La meditación o su variante mindfulness y el control de la respiración son algunas. La relajación progresiva de Jacobson, un método por el que se consigue una relajación corporal y mental en pocos minutos, resulta especialmente efectiva y surte efecto en poco tiempo una vez se controla.
11. Recuperar la ilusión por el trabajo
Cuando se empieza un nuevo trabajo suele surgir emoción de empezar algo nuevo y la incertidumbre del qué pasará. Ser capaces de recuperar esas primeras sensaciones harán que el ir a trabajar no se convierta en un suplicio y que el estrés se reduzca. Puede ser a través de mejorar la relación con los compañeros, de sentirse a gusto en el lugar de trabajo o por un redescubrimiento de la pasión perdida.
12. Trabajar para vivir, no vivir para trabajar
Por mucho que los nuevos modelos de sociedad prioricen y difundan la idea de que trabajar más conlleva un futuro mejor, lo cierto es que al final del día seguimos siendo seres humanos y tenemos nuestras limitaciones. El trabajo, para que se realice en un marco sano, debe ser una herramienta para ganarse la vida pero no el centro de ella.