El finlandés, de 51 años, es el piloto que más éxitos ha cosechado en la historia de la prueba del WRC de Suecia, y ha elegido el rallye para realizar una única cita nueve años después de su último rallye del campeonato.

Y aunque la aparición de Grönholm esta vez es principalmente para divertirse - un regalo de cumpleaños 50 tardío para sí mismo - todavía quiere ser rápido.

"Es bueno estar de vuelta y antes del rallye es fácil decir que estaría contento de sólo pilotar por ahí. Pero, por supuesto, no estaré contento si la velocidad no es buena", dijo Grönholm a wrc.com.

"Es interesante pilotar un coche superior una vez más, pero también bastante difícil, creo. Lo que es posible en cuanto al final, no lo sé. Pero empecemos con el top 10. Si lo hacemos mejor, estará bien".

Grönholm se enfrentará a su antiguo rival, Sébastien Loeb, en la súper especial del jueves en Karlstad, pero minimizó las posibilidades de vencer al nueve veces campeón.

Grönholm añade: "No podemos compararnos con Sébastien. Ha estado pilotando todo el tiempo algo, rallyes o rallycross. Yo no he estado haciendo ninguna competición. Mi último rallye del WRC fue hace nueve años, así que la lucha puede ser un poco difícil".

A pesar de haber dejado de competir, Grönholm no es ajeno a la última generación de coches de rallyes del mundo. Probó el nuevo Polo de Volkswagen durante 24 días antes de que el proyecto fuera retirado a finales de 2016, y el mes pasado probó el Yaris en la nieve durante 300 km.

Grönholm también puede contar con su asociación de copiloto habitual Timo Rautiainen, quien le cató notas por última vez en 2010.

"En el reconocimiento fue como si nunca hubiéramos estado fuera. Vale, mis notas pueden no ser perfectas porque las hice un poco seguras, pero el trabajo entre nosotros es perfecto", dijo.