En un año las cosas parecen haber cambiado mucho en la Fórmula 1. Sainz ya lidera el proyecto de McLaren con gran determinación y confianza, Ricciardo rueda con Renault y Leclerc ya brilla con Ferrari. Ha habido múltiples cambios de equipo y pilotos. Coches con nueva regulación. Colores y estéticas sorprendentes, como la de un Williams que debería salir hoy tras no llegar a tiempo a las dos primeras jornadas. Hablamos de alerones sorprendentes gracias a Ferrari y Alfa Romeo. O de Red Bull declarando su amor a su nuevo motor Honda, sin fallos hasta el momento. Caras nuevas como Albon y otras no tanto como Giovinazzi y Daniil Kvyat. Pero, pese a todos estos ingredientes, hay un vacío que se nota y del que se sigue hablando: la ausencia de Fernando Alonso. 

Como indica el sitio mundodeportivo.com, sin él por primera vez en unos test de pretemporada tras 18 años, todavía se ven gorras con sus colores entre los asistentes que recuerdan su figura. Ayer mismo, el asturiano colgaba una fotografía en la playa en su Instagram y muchos fans seguían mostrándole su lamento por no poder verle en el coche en Montmeló. Y no solo eso, tras su ‘hasta luego’ a la F1, el ambiente en los test sin duda no es igual. Es mucho más ‘light’. 
Los pilotos no cesan de repetir que es demasiado pronto para analizar su rendimiento en comparación al resto. Y es cierto, nadie puede conocer con qué carga de gasolina o elementos aerodinámicos trabajan sus rivales. Y tras los cambios de reglas, sin poder tener el coche de 2018 como pura referencia, es difícil dar un diagnóstico acurado hasta que lleguemos a Australia. Y así, la tensión e incertidumbre de los últimos años brilla por su ausencia. Los equipos trabajan muy discretamente y ya lejos quedan las contundentes palabras con las que por ejemplo Fernando sorprendía a todos tras otro inicio de test de pretemporada decepcionante el año pasado. 

Fernando se mojaba, le ponía una enorme dosis de picante al asunto aunque no acertara con su análisis. En 2018, tras múltiples fallos en su coche, decía que no necesitaba más pruebas y que ya estaban “al 100% para Australia”. La prensa hablaba de ello al salir del hospitality de McLaren. Unos con incredulidad, otros con fe e ilusión. El debate estaba servido también con el morboso inicio de Honda con Toro Rosso. Pero un año después, todo ha cambiado. Incluso Ricciardo fue suave al hablar de su adiós a Red Bull. No se atrevió a decir que no quiso seguir en un equipo que lo apostaba todo por Verstappen. Ni un reproche. 
No rodará

Encontrarse a su mánager ayer por el paddock de reuniones y a uno de sus fisios de confianza, Edoardo Bendinelli, trabajando para su amigo Kubica, hace que sea imposible no acordarse de Fernando y que la prensa se preguntara si ya había llegado y si rodaría con el McLaren en estos test, iniciando así un debate que terminaba por predecir el futuro del ovetense. Incluso la web de la F1 se interesó por ello. Le preguntaron a Gil de Ferran, director deportivo de McLaren. “Fernando es parte de la familia McLaren. Puede que venga la próxima semana”, dijo el brasileño. Lo hará, puesto que también debe dar una charla en el Mobile World Congress. Pero no tiene previsto subirse al coche. Ni en el ‘filming day’ del equipo inglés del viernes. Sin embargo, con Alonso no podemos descartar nada. No vaya a ser que le pique el ‘gusanillo’.