El deporte recomendable para cada edad
Cada etapa de la vida tiene distintas exigencias, y eso no le escapa a la actividad deportiva.
Los efectos beneficiosos que el deporte tiene en nuestra salud son numerosos y constatados. Pero no saber adecuar nuestra actividad física a los años que vamos sumando al calendario, podría conllevar ciertos riesgos para nuestro bienestar.
Estos son los tipos de deportes más adecuados según en qué momento de la vida estemos:
En la infancia
Hacer ejercicio ayuda a que los niños mantengan un buen peso, les ayuda a la formación de unos músculos fuertes, estimula la confianza en ellos mismos y ayuda a tener patrones de sueños regulares.
Durante esta etapa de su vida, es recomendable que prueben distintos deportes para promover el desarrollo de habilidades diferentes. Desde natación a deportes con pelota o de lucha. También se aconseja que disfruten cada día de algún tiempo de actividad física libre, como jugar en el parque o en el patio.
En la adolescencia
Aquí suele perderse el interés en el deporte, especialmente entre las chicas. Pero seguir ligado a alguna actividad física a esta edad de cambios es muy bueno para mantener un buen estado físico y además ayuda a controlar el estrés y la ansiedad.
En la medida de lo posible, es recomendable que los adolescentes se unan a algún equipo. Los mantendrá motivados, abrirán su círculo social y les enseñará disciplina. Si no, deportes tan completos como la natación y el atletismo pueden ayudarles a mantenerse en forma.
A los 20
Esta es la década de nuestra vida en la que podremos alcanzar nuestro mejor nivel físico. Los tiempos de reacción y recuperación alcanzan su punto álgido a esta edad y tu cuerpo bombea oxígeno a los músculos más rápido que nunca.
Se pueden probar distintos tipos de deporte: rugby, remo o pesas en el gimnasio. Tratar de que los entrenamientos sean variados intentando combinar trabajo aeróbico, anaeróbico y de resistencia.
A los 30
Mantener la fuerza y la salud cardiovascular es importante, pero también desafiante. La realización de trabajos sedentarios o las obligaciones familiares pueden hacer difícil reservar un espacio para el deporte.
Los expertos recomiendan entrenamientos cortos, pero de alta intensidad (conocidos como HIIT, por sus siglas en inglés) haciendo sprints, en bicicleta, corriendo o reduciendo los tiempos de descanso cuando hagas circuitos de resistencia.
Para las mujeres, especialmente después de tener hijos, es recomendable que empiecen a hacer los ejercicios de Kegel y mantener así la fortaleza de su suelo pélvico.
Y siempre hacer cambios en las rutinas para mantener los entrenamientos divertidos.
A los 40
A esta edad es donde la mayoría empieza a ganar peso. Y, según los expertos, los entrenamientos de resistencia (aquellos que utilizan la fuerza) son los mejores.
El uso de la fuerza en un entrenamiento ataca la acumulación de grasa y revierte la pérdida de masa muscular, entre un 3 a un 8% por cada década de vida.
Una sugerencia para introducirse es comenzar con mancuernas y después pasarse a las máquinas de peso del gimnasio.
También es una buena edad para empezar a sentir gusto por correr; ayudarás al corazón. Y si añadís pilates, fortalecerás la espalda.
A los 50
El declive físico se acentúa en esta década: pueden empezar a aparecer dolores, molestias y manifestarse las enfermedades crónicas como las relacionadas con el corazón o la diabetes tipo 2.
En el caso de las mujeres, la reducción de los niveles de estrógenos las pone en más riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Incluí en tu actividad física semanal dos sesiones de trabajo de resistencia para mantener tu masa muscular, realizá ejercicio cardiovascular como caminar o correr llevando bandas en los tobillos con algún peso y hacer algo completamente distinto como taichí o yoga para trabajar en tu equilibrio.
A los 60
Hay más riesgos de padecer enfermedades crónicas. Hacer ejercicio reduce las posibilidades de que estos problemas aparezcan, según los especialistas.
Los más aconsejables son los bailes y ejercicios ligeros de fuerza y flexibilidad unas dos veces por semana que no tengan demasiado impacto en tus articulaciones.
El aquagym es una opción ideal ya que el impacto es mínimo y trabajas tus músculos con la resistencia del agua. No te olvides del ejercicio cardiovascular con alguna caminata a ritmo ligero.
A los 70 y más allá
Llegados a este punto, el objetivo es mantenerse ligeramente activo y prevenir la fragilidad y las caídas. Además, la actividad física ayuda también a nivel cognitivo.
Tratá de caminar e incluir algún ejercicio de fuerza en tu semana, pero consultá antes con tu médico.