El gobierno heleno busca contener la crisis política en la que se encuentra inmerso el país, por lo que los legisladores oficialistas se encuentran a la espera de que el parlamento apruebe un plan de austeridad a cinco años, luego de que el gobierno aceptara suavizar algunos de los términos.

La idea surgió tras una reunión que el el ministro de Finanzas George Papaconstantinou mantuvo hoy con cerca de 35 diputados del PASOK.

Uno de ellos afirmó que el funcionario ofreció no subir los impuestos sobre los combustibles destinados a la calefacción y mantener la exención impositiva a las viviendas que cuesten menos de 200.000 euros ( u$s 283.000), en vez de poner el límite en 100.000 euros.

La mayor parte de los analistas esperan que el Gobierno reúna suficientes votos como para aprobar el plan, pese a la fuerte oposición popular.

Las dudas en torno al proyecto se incrementaron ayer, luego que un diputado del PASOK desertara, reduciendo la mayoría del partido en el parlamento a 155 escaños de los 300 que componen la cámara. Otro representante dijo que se opondría a la iniciativa, debilitando las proyecciones de un resultado que parecía seguro en un inicio.

“Sacrificio” político

Papandreu también baraja varias posibilidades para solucionar la crisis en Grecia, inclusive su renuncia. En efecto, el Primer Ministro le ofreció a la oposición su dimisión a cambio de la formación de un gobierno conjunto de “unidad nacional”, mientras cientos de manifestantes chocaron duramente con la policía en Atenas durante una multitudinaria marcha al Parlamento.

Pero la oferta de Papandreu, una respuesta al pedido hecho por el líder de la oposición conservadora, Antonis Samaras, se supedita a a un acuerdo “dentro de un marco específico de compromisos de cambio en el país y en el sistema político”, en cuyo caso estaría dispuesto a dar paso a un “gobierno de unidad nacional”.

Con ello, Papandreu deja la pelota en cancha de Samaras, cuya condición principal es renegociar el nuevo programa de ajuste económico para los años 2012-2015, lo que fue debatido hoy por los diputados y debe aprobarse antes del 29 de junio.

Este punto es una condición impuesta por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional para que se formalice la entrega del siguiente tramo de ayuda a Grecia.