Cinco maneras de aumentar la energía
Trucos para hacerlo sin recurrir a medicamentos.
Pocas personas han estado exentas de experimentar periodos en los que nos sentimos totalmente agotados. Hagamos lo que hagamos, la sensación es la misma: cansancio.
Si ya descartaste cualquier problema médico con tu doctor, podés intentar pequeños cambios en tu vida diaria para impulsar tus niveles de energía. A continuación, cinco recomendaciones.
1. Aprendé a frenarte
Sobrecargarte de actividades puede ser tentador y más aún tratar de ejecutarlas todas en el menor tiempo posible, pero eso puede ser contraproducente y, de hecho, reducir tus niveles de energía.
El secreto está en dividir las tareas y espaciarlas a lo largo del día y, si se puede, de la semana. El estrés consume mucha energía. Introducí en tu rutina diaria actividades que te relajen, desde oír música y leer hasta pasar tiempo con tus amigos.
2. El secreto puede estar en los ejercicios o en una siesta
Aunque pudiesen estar en los extremos, hacer ejercicios o tomarse una siesta puede tener efectos en tus niveles de energía.
Una siesta corta, de unos 20 o 30 minutos, es reconfortante. Sin embargo, la Escuela de Medicina de Harvard hace una advertencia: “Si estás teniendo problemas para conciliar el sueño de noche, tomar siestas puede empeorar el insomnio”.
Si ese es el caso, la opción es moverte. Caminá por la cuadra o simplemente movete. El ejercicio regular te hará sentir menos cansado a largo plazo y eso te hará tener más energía. Incluso una caminata de 15 minutos le dará un impulso a tu energía y los beneficios aumentarán a medida que la actividad física se haga con más frecuencia.
Y si la fatiga está teniendo un impacto en tu capacidad de concentración e incluso creés que está afectando tu rendimiento mental, el ejercicio físico tiene efectos inmediatos en el cerebro.
3. No le apuestes a los suplementos
De acuerdo con Harvard Health Publishing, el hierro, por ejemplo, “sólo te ofrece energía si tenés una clara deficiencia, la cual un médico puede detectar con una prueba de sangre”. De lo contrario, no es necesario que lo tomes y sé consciente de que consumirlo en exceso puede ser, de hecho, dañino.
Además, hay alimentos ricos en hierro como las carnes rojas, los vegetales verdes y los alimentos fortificados como los cereales.
Otro ejemplo son la familia de vitaminas B: B1, B2, B6, B12. Si bien ayudan al cuerpo a convertir los alimentos en energía que las células pueden quemar, consumir más vitaminas B no las recargan.
La mayoría no necesita tomar suplementos vitamínicos para mejorar sus niveles de energía. Se pueden obtener todas las vitaminas y minerales necesarios en una dieta saludable y balanceada.
Sin embargo, hay personas que podrían experimentar alguna insuficiencia y necesitar un suplemento. De ahí, la importancia de consultar con el médico.
4. No caigas en la trampa del dulce
Un pancito azucarado de la pastelería te dará muchas calorías, pero tu cuerpo tenderá a metabolizarlas rápidamente y podés terminar sumergiendo azúcar en la sangre y con fatiga.
Mantendrás un nivel de energía más estable si comés proteínas magras y carbohidratos no refinados. Probá un yogurt con un poco de nueces, pasas y miel. De esa manera, tu cuerpo absorberá la mezcla de carbohidratos y proteínas gradualmente.
No salteés comidas para que el cuerpo reciba la nutrición que necesita a lo largo del día. Si comés en horarios regulares, te será más fácil mantener tus niveles de energía. Si es necesario, comé entre comidas un snack o refrigerio saludable, como una fruta o un yogurt bajo en calorías.
5. Cuidado con la cafeína
Aunque muchos sentimos su efecto inmediato, el café está en la mira de muchos expertos. De acuerdo con el NHS, el Colegio Real de Psiquiatras (Royal College of Psychiatrists) recomienda que cualquier persona que se sienta cansada elimine la cafeína.
La mejor manera de hacerlo es dejar de tomar, gradualmente, bebidas con cafeína durante un período de tres semanas. La cafeína no sólo está en el café y el té, sino en bebidas energizantes y gaseosas.
Tratá de no consumir cafeína por completo durante un mes para ver si te sentís menos cansado sin ella. También es importante tomar agua. A veces te sentís cansado simplemente porque estás ligeramente deshidratado.