El 21 de marzo de 1960 en San Pablo, Brasil, nacía un mito. Se encendía una estrella. Producto del amor entre Milton da Silva y de Neyde Senna nacía en el Hospital Maternidad Pró-Matre quien sería bautizado como Ayrton Senna da Silva.

Lo que nadie sabría es que, años más tarde, ese ‘garoto’ se convertiría en una leyenda del deporte mundial que se apagaría físicamente exactamente hace 25 años, el 1 de mayo de 1994, pero que quedaría siempre presente en la memoria y que sería por demás influyente en la vida de muchísimos deportistas del mundo motor y de otros ámbitos también.

El accidente

Aquél día, Senna se despistó en la curva Tamburello cuando se desarrollaba la séptima vuelta del Gran Premio de San Marino, en el Autódromo Enzo e Dino Ferrari de Imola.

El fuerte impacto terminó con la vida del brasileño en un fin de semana por demás trágico ya que su compatriota Rubens Barrichello había sufrido un grave accidente el viernes y el austríaco Roland Ratzenberger había muerto el sábado.

En ese momento, además de un mundo totalmente consternado y conmovido, se agigantaba una leyenda. Senna fue uno de los pilotos más icónicos del deporte motor mundial y uno de los más queridos en el mundo entero.

Después de su muerte, el gobierno de Brasil decretó tres días de luto y un entierro con honores de Estado, en el que más de un millón de personas participaron en su traslado al cementerio.

Hasta ese fatídico día, Senna había participado en 11 temporadas de Fórmula 1, con 161 carreras disputadas, en las cuales consiguió 41 victorias, 65 pole positions, 80 podios y casi 3.000 vueltas liderando carreras (2982).

Sus victorias en el GP de Italia

Su primer GP fue en 1985, corría para Lotus y consiguió subirse al escalón más bajo del podio, algo que mejoraría dos años más tarde finalizando segundo.

El 88′ y 89′ no fueron buenos resultados, dado que ya con su Mc Laren terminó décimo y afuera de competencia, respectivamente.

Sin embargo, en el Gran Premio de 1990 consiguió su primera conquista.

Por aquellos años, Ferrari estaba lejos de dominar y los ‘tifossi’ habían encontrado en Senna, un piloto digno de alentar. El éxito también lo repetiría en 1992.

Eran las 14:17 del 1 de mayo cuando a más de 300 km/h se estrelló contra el paredón de Tamburello. Sí, un día como hoy, pero hace 25 años.