Djokovic lo consiguió por primera vez en 2016, precisamente al ganar en Roland Garros al vencer a Andy Murray en la final. Y ahora, en 2019, está cerca de volver a lograrlo en el mismo lugar, recuperando uno de los mayores desafíos que cualquier tenista puede tener a su alcance.
De momento, Djokovic se estrenó imponiendo su ley frente a Hurkacz, que tuvo pocas opciones de entrar a discutir el encuentro con el número uno del mundo. Sólo en el segundo parcial, cuando el polaco consiguió romperle el saque, Djokovic tuvo un pequeño momento de debilidad que le duró un minuto: al siguiente juego, el serbio le devolvió la rotura y aceleró hacia la siguiente ronda.
A toda velocidad, cediendo apenas 8 juegos, el 1 del mundo se metió en la siguiente ronda dejando atrás un encuentro en el que conectó 27 golpes ganadores por tan sólo 14 errores no forzados, números más que suficientes para superar su estreno en el segundo Grand Slam de la temporada.