El rey que se retira de la vida política
El padre de Felipe VI solicitó, mediante una carta, "pasar una nueva página en mi vida y de completar mi retirada de la vida pública".
En el día en el que se cumplan cinco años de la abdicación de Don Juan Carlos como Rey de España, se concretará el cese de "actividades institucionales" por parte del padre de Felipe VI.
El hombre que reinó durante casi 39 años comunicó a su hijo, según informa la Casa Real, su voluntad de "completar su retirada de la vida pública a partir del próximo día 2 de junio".
La noticia se conoce tan sólo seis días antes de que se cumpla el quinto aniversario de la fecha en que se tuvo conocimiento de la abdicación. Entonces, el 2 de junio de 2014 se convirtió en una fecha histórica para España. Cinco años después quedará marcada de nuevo en el calendario, por el cese de su actividad pública.
De acuerdo a la versión de Zarzuela, la decisión emana del propio Juan Carlos, que es quien pide al actual Rey "dejar de desarrollar actividades institucionales".
"Creo que ha llegado el momento de pasar una nueva página en mi vida y de completar mi retirada de la vida pública", escribe Don Juan Carlos en una carta dirigida a Felipe VI. "Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños -enero de 2018-, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 Aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales", prosigue la misiva.
Desde su abdicación el 2 de junio de 2014, Don Juan Carlos ha protagonizado 119 actos oficiales, según la agenda de la Casa del Rey. El primero de ellos fue el 3 de junio con motivo de la celebración del Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, para conmemorar el bicentenario de la creación de la Orden, celebrado en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Precisamente el mismo escenario que ha acogido su último acto oficial: el pasado 17 de mayo presidió la entrega del Premio Ordenes Españolas 2019 al historiador Miguel Ángel Ladero. Asimismo ha realizado nueve viajes oficiales y ha pronunciado una treintena de discursos.
Desde su abdicación, el papel de Don Juan Carlos ha provocado más de un quebradero de cabeza para la Corona, tanto por sus ausencias como por sus presencias. Su renuncia al trono llegó en un momento delicado para la Corona, con la imagen del Monarca tremendamente desgastada y con la mancha del caso Nóos. La apuesta de Zarzuela fue medir y reducir al máximo su exposición. Una hoja de ruta que viró en febrero de 2017, con la sentencia de Nóos que absolvía a la Infanta Cristina y condenaba a seis años de cárcel a Iñaki Urdangarin.
Polémica en torno al caso Nóos
El ‘caso Nóos’ es una trama de desvío de fondos públicos que llega a los tribunales en 2010 como un asunto derivado del ‘caso Palma Arena’ y en el que se encausan, entre otros, a los dirigentes del Instituto Nóos: Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina (hermana del Rey), y Diego Torres. Las actividades delictivas habrían sido ejecutadas a partir de la fundación sin ánimo de lucro que dirigían, así como de una red societaria de empresas asociadas, como Aizoon y de la que la infanta poseía el 50%.
Un poco de historia
Fue proclamado el 22 de noviembre de 1975, tras la muerte de Francisco Franco, de acuerdo con la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947. La Constitución española, ratificada por referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 y promulgada el 27 de diciembre del mismo año, lo reconoce expresamente como rey de España y legítimo heredero de la dinastía histórica de Borbón, otorgándole la Jefatura del Estado. La carta magna confiere a su dignidad el rango de símbolo de la unidad nacional. Anteriormente a su proclamación, había desempeñado funciones interinas en la Jefatura del Estado durante la enfermedad de Franco.
A lo largo de su reinado, el rey gozó de un elevado apoyo popular en España, y en menor grado, en Iberoamérica. Sin embargo, en 2012 esta tendencia cambió de forma drástica y el apoyo se fue reduciendo hasta el punto de que, en abril de 2013, un 53 % de la población desaprobaba la forma en que desempeñaba sus funciones, frente al 42 % que lo aprobaba, si bien siguió manteniendo una valoración positiva superior al resto de instituciones del sistema político español. No obstante, tres meses después de este dato, la confianza ciudadana en España subió ocho puntos hasta situarse en el 50 % de aprobación.
El papel del rey en la Transición española y su intervención durante el intento de golpe de Estado de 1981, su apoyo a la unidad europea y su contribución a la hora de estrechar relaciones diplomáticas, han sido objeto de diversos homenajes, reconocimientos, premios y galardones internacionales.