Chiara Paez tenía 14 años, vivía en la localidad santafesina de Rufino y fue asesinada por su novio, Manuel Mansilla, de 16. El caso fue el disparador de la protesta contra la violencia machista #NiUnaMenos, y la primera que vez que en la provincia de Santa Fe se dictó una condena por el femicidio de una menor.

Pasaron 4 años, el número de femicidios sigue elevándose en el país y en la provincia de Santa Fe, pero las mujeres siguen marchando para que dejen de matarlas. 

El papá de Chiara, Fabio Paez, quien recuerda que el caso de su hija "fue la gota que rebasó el vaso" para el colectivo de mujeres que ya venían haciendo oir sus voces ante tantos femicidios.

Paez, dice en Al Derecho y Al Revés, que el asesinato de Chiara tiene aristas "terrorífica", e insiste en que no todos los culpables están presos porque Mansilla no pude haber actuado solo en el ocultamiento del cuerpo de la joven.

"La enterraron en el patio de la casa, fue encontrada por los perros de la Policía en un allanamiento. Los vecinos nos contaron que ahí habían comido un asado días antes de que hallaran el cuerpo. Comieron un asado sobre el cadaver de mi hija", se indigna ante los micrófonos de LT10.

"Voy a apoyar siempre a todas las chicas y mujeres que me llaman pidiéndome consejos por lo que yo pasé- Siempre voy a tratar que la muerte de mi hija no sea en vano y les sirva a todas esas chicas que luchan con hombres violentos. Perder un hijo y de esta manera es lo peor que le puede pasar a un ser humano, por eso y por todas seguimos adelante con un grupo que se llama 'Atravesadas por el femicidio' para que pese a nuestra mala experiencia podamos poner un granito de arena".

Los hechos
Al cometer el crimen, el asesino tenía 16 años y era novio de Chiara, quien estaba embarazada de dos meses. La noche del sábado 9 de mayo la joven se reunión con un grupo de amigas y, a la medianoche, les dijo que iba a encontrarse con su novio y que estaría de regreso antes de la 1.30 pero nunca volvió.

La familia de Chiara denunció la desaparición de la joven la madrugada del domingo. Su última coumincación fue a la 1.20, cuando le mandó un mensaje de WhatsApp a una de las amigas, después no se supo más de ella hasta que el 10 de mayo fue hallada muerta, en un pozo en el patio trasero de la casa de su novio.

La autopsia reveló que la joven estaba embarazada y que tenía en el cuerpo restos de un antinflatorio que se usa para abortar. El joven se entregó en el Centro Penal de Justicia, en compañía de su padre, quien se desempeñaba como sargento en la comisaría de Rufino. Confesó haber asesinado a Chiara.

En agosto de 2016, el juez penal Adrián Godoy condenó a Mansilla a 21 años y seis meses de prisión por haberlo encontrado culpable del delito de "homicidio calificado por femicidio". Hoy el tribunal que integran Carolina Hernández, Alfredo Ivaldi Artachoy José Luis Mascali confirmaron la sentencia.

Audio: Escuchá la entrevista completa con Fabio Paez