En el final de la temporada deportiva de Unión comenzaron a surgir muchos interrogantes, sobre todo con la cantidad de contratos que se terminaban y debían renovarse.

Sin embargo en el día de hoy Unión comunicó que no se le renovará el contrato a Nereo Fernández y Jonathan Botinelli. El arquero está en carpeta de Patronato, dirigido por Mario Sciacqua.

Más allá de analizar las situaciones puntuales hay algo más detrás de estas noticias. Esto habla de una decisión importante que se tomó entre Madelón y la comisión directiva. Por un lado se le da el cierre a un equipo que le dio mucho a Unión y por el otro hay una premisa que ya es política del club.

En el rojiblanco quieren bajar la edad promedio del plantel, dar el paso a nuevos jugadores y no estirar la agonía sobre la salida de futbolistas que rindieron, y mucho. Tal vez para dar el salto de calidad se necesita tomar este tipo de decisiones, cambiar, renovarse.

Había dos caminos, seguir con el mismo equipo y renovar vínculos o no hacerlo y refundar el equipo. Entienden que este conjunto llegó a su techo, que el fútbol argentino va encaminado hacia otro rumbo. No solo se da la salida de estos dos jugadores, también está cerca de irse Franco Fragapane y no descartan que Yeimar Gómez Andrade emigre a Independiente.

A partir de aquí se arma un nuevo Unión, con nombres nuevos, la columna vertebral se renovará casi por completo. Un punto a favor es que el tatengue no perdió tiempo, con Madelón de vacaciones se tomaron las decisiones rápido para poder reemplazar a los históricos con antelación. Además esto le sirve a los jugadores, que también tendrán mucho tiempo para evaluar su futuro.

Todo esto da lugar a un nuevo proyecto futbolístico, Madelón tendrá un gran desafío, armar otro equipo competitivo con las figuras de estos últimos años afuera. La vara quedó alta, en los próximos movimientos estará la clave del renovado Unión.