La historia de Nahia conmueve a toda la sociedad. La niña nació el pasado martes en Rosario y no fue una llegada al mundo más. En este caso, el amor y la empatía jugaron un papel fundamental para traer una nueva vida al mundo. Son varios los protagonistas de esta historia. El guión gira en torno al amor más puro. Ese que no se puede medir y que no alcanzará una vida para agradecerlo.

Paula Tomé y Fermí son los padres de Nahia, pero la niña no fue gestada en el vientre de la mujer.  Desde hace algunos años, intentaban traer un hijo al mundo pero no era posible debido a una enfermedad de Paula. Los intentos fueron muchos pero los resultados negativos. Pero un día la historia iba a mostrar su lado más solidario y hermoso de sus días. 

En 2016, Laura García, cuñada de Paula y hermana de Fermi, conociendo el caso tuvo una magnífica y generosa idea: ofreció su vientre para que pueda gestarse la vida de su sobrina.

"Yo tengo dos hijos y entiendo que no se le puede privar a una mujer que quiera serlo la posibilidad de ser madre", dijo Laura a los micrófonos de LT10.

"Se me ocurrió un día la idea y se la comenté a mi marido para que se lo diga a su hermana. La condición era que sea legal y que no haya nada que esconder. Nos pusimos de acuerdo y fuimos un día a la casa. Ni bien se lo dijimos, se mezclaban sensaciones. No todos estábamos seguros de lo que íbamos a hacer pero nos pusimos de acuerdo. Yo soy madre de dos chicos y mis dos embarazos y partos fueron muy tranquilos, sin mayores complicaciones y, cuando me enteré de su situación, empecé a pensar en la forma de ayudarlos", contó la gestante.

Laura tiene dos hijos de 5 y 3 años y contó que durante todo el embarazo le explicó que dentro de su panza estaba creciendo su prima.

“Lo charlamos siempre con nuestros hijos y con asesoramiento psicológico. No era una decisión fácil y había que pensar en todos. Igual desde el primer momento me conscienticé que iba a ser mi sobrina y que tenía que ser fuerte ya que era una responsabilidad muy grande. El embarazo fue perfecto sin complicaciones y tuve que decirle a mis hijos que en la panza de su mamá estaba la hija de la tía Paula. Después la ansiedad fue mucha y lógica y les comunicaba todos los días lo que pasaba”.

Con respecto al nacimiento Laura dijo “la felicidad más grande fue ver a mis nenes alrededor de la cuna viendo a su prima”. En ese momento me di cuenta que todo había valido la pena”.

Autorización

La pareja, que si bien vive en España tenía domicilio legal en la localidad de San Lorenzo, solicitó autorización a la Justicia, y fue en diciembre de 2017 que el magistrado de Familia de San Lorenzo, Marcelo Escola, avaló a gestación por subrogación.

"La gestación por sustitución no está regulada, tampoco está prohibida y corresponde entonces aplicar el principio de legalidad o libertad", indicaba el juez a través de su sentencia, y destacaba que "el eje de la gestación por subrogación es la llamada voluntad procreacional, que es, ni más ni menos, que el deseo de tener un hijo y de poder criarlo".

Si bien no es el primero, ya que pocos días antes la Justicia rosarina autorizó a otra familia (en este caso la hermana de la madre se había ofrecido como gestante), la letrada y presidenta del Instituto de Derecho de Salud y Bioética del Colegio de Abogados, Carina Mazzeo, explicó que "está entre los primeros en la provincia", y ratificó que "ante el vacío legal, siempre se requiere la autorización de un juez"

Procedimiento

Así fue que con la autorización, en septiembre pasado, se llevó adelante un tratamiento de fertilización asistida de alta complejidad en el instituto Proar. La médica del equipo explicó que "las gestantes tienen que cumplir con algunas condiciones médicas y Laura las cumplía", y detalló que "deben tener menos de 42 años, al menos un hijo nacido sin complicaciones, no más de cinco partos y menos de 2 cesáreas, además de buena salud".

"Estar todo el tiempo acompañada y cuidada fue muy importante", destacó Laura, quien además se asesoró junto a su marido Hernán para contarles a sus hijos Bautista y Nicolás, de 5 y 3 años, el proceso. "Les dijimos que estábamos cuidando al bebé de la tía y que cuando fuera el momento la panza se iba a ir, y la beba también, con sus papás. Así lo llevamos todos adelante con mucha naturalidad; eso nos permitió además que lo pudieran hablar en otros ámbitos, como la escuela", contó.

Lo cierto es que Nahia nació a las 3.30 del martes. "Todo salió muy bien y fue muy emocionante", contó la médica del equipo, Carla López. El nombre de la chiquita tampoco fue elegido por que sí: de origen vasco, en euskera habla del "deseo" y de su propia historia.

Audio: Laura García- gestante de la beba.