El colombiano Andrés Cadavid llegó a Colón de la mano del entrenador uruguayo Julio Comesaña. Lo hizo con un importantes pergaminos: terminó siendo capitán de Millonarios de su país y jugando casi todos los partidos. Un referente con voz de mando y una imponente presencia, que lo denotaban como para jerarquizar al Sabalero.

A raíz de su falta de "condición física", reconocida por el propio DT, le costó bastante adaptarse al ritmo de la Superliga. Sin embargo, luego se ganó la titularidad, pese a dejar algunas dudas desde lo fútbolístico. Después el técnico charrúa comenzó a ser más noticia por lo que decía que por lo que hacía y su paso terminó siendo efímero por Santa Fe.

Con la llegada de Lavallén, Capi directamente quedó en tercer orden de prioridades y en la vuelta a los entrenamientos le comunicaron que no será tenido cuenta. El plantel se instalará en Salta desde este sábado y el jugador no figura entre los viajeros. Habrá que ver ahora cuáles son los pasos a seguir, ya que tiene contrato por dos años más.

Cuenta con propuestas para retornar a su país, pero seguramente buscará que sea en buenos términos y que a ambas partes le salga lo menos posible. Una acción que no sorprende, ya que desde un principio le costó. Incluso el jugador dijo que le estaba costando conocer las comidas y demás situaciones.

Por eso la charla que tuvo con Lavallén fue más que buena, en términos correctos y será cuestión de ver cómo sigue el camino. En este sentido, fuera de Colón. Quedará en él sacar un balance de su corto paso por Argentina, tras ser un emblema en Colombia. Cosas que muchas veces en los países no se comprenden y que denota el nivel de cada liga.