Tras los comicios del domingo que determinaron que Omar Perotti será el próximo gobernador de Santa Fe, el actual mandatario, Miguel Lifschitz, analizó el resultado de las elecciones a través de Todo Pasa: "Siempre una derrota deja un sabor amargo pero había algún aviso previo. Intuíamos que esto era posible porque las primarias ya habían marcado una supremacía del Justicialismo en la sumatoria de los votos de Bielsa y Perotti... la incógnita era cuántos de esos votos se retenían y cuántos podían invertirse", indicó. 

"El resultado fue que gran parte de esos votos fueron retenidos por el candidato del Peronismo y eso le permitió un resultado favorable, duro pero previsible", remarcó el gobernador. 

Además, destacó que la inseguridad influyó en el resultado de las elecciones ya que fue el "caballito de batalla permanente" durante la campaña de los dos competidores, tanto de Cambiemos como del Peronismo.

"Es una realidad que golpea a los argentinos en general y lógicamente Perotti logró instalar la idea de que tiene una solución para ese problema. Ojalá que así sea y podamos ver una solución definitiva a partir del 10 de diciembre", manifestó. 

Además, destacó que deja "una provincia en marcha, con muchas cosas positivas que la gente valora y reconocidas por los propios opositores", tras lo que mencionó los avances en salud, educación, obras, el 82% móvil y la cláusula gatillo, como algunos de los aspectos positivos de su gestión al frente de la provincia. "Será un desafío para el gobierno que asume el 10 de diciembre poder sostener eso y dar solución a problemas como inseguridad y trabajo", declaró. 

Finalmente, sobre la transición de gobierno indicó que el domingo por la noche se comunicó con Omar Perotti para comenzar a conversar sobre los próximos seis meses, pero adelantó que será un proceso "prudente y ordenado". 

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