En la jura de su nueva jefa de ministros, Rouseff recalcó que su gobierno no se paraliza
La presidenta brasileña tomó juramento hoy a la flamante jefa de la Casa Civil, la senadora Gleisi Hoffmann, en reemplazo del renunciante Antonio Palocci, y advirtió que a pesar de las presiones de la oposición su gobierno no se paralizará y va a avanzar con las metas que se impone.
En una ceremonia que se realizó esta tarde en el Palacio del Planalto, la presidenta Rousseff lamentó la salida de su gabinete del ex ministro Palocci, a quien definió como su "amigo" y "querido compañero", como el principal colaborador durante la campaña que la llevó a la presidencia, y en el montaje de la coalición política.
"Es parte del juego democrático enfrentar a la oposición, siempre ruidosa y no siempre justa. Las presiones políticas no van a inhibir la acción de mi gobierno, jamás nos paralizaremos frente al embate político. Tenemos promesas de gobierno y vamos a cumplirlas", dijo Rousseff.
El gobierno comunicó anoche la renuncia de Palocci, luego de tres semanas de embate político de la oposición al conocerse que el ahora ex ministro multiplicó por 20 su patrimonio a raíz de las tareas de consultorías para empresas que realizó durante los cuatro años de mandato como diputado federal y como coordinador político de la campaña de Rousseff.
La salida del ex ministro tomó más fuerza luego que el Procurador General de la República emitió un dictámente en el que rechazaba los argumentos de la oposición de abrir una investigación sobre el ministro y su fortuna, al considerar que no existían inidicios de que se hubiera cometido un delito.
"Mi querido compañero Antonio Palocci. Juntos, enfrentamos los desafíos de la jornada electoral, del montaje de la coalición que me eligió y sustenta el gobierno", dijo Rousseff al agradecer desde el "fondo del corazón" a su "amigo".
Emocionada, la mandataria se despidió al asegurar tenía "muchos motivos para lamentar la salida de Palocci. Motivos de orden político, adeministrativo y personal", dijo al reflejar su tristeza por la renuncia de su principal colaborador.
"Un amigo deja el gobierno, y una amiga asume en su lugar", dijo al referirse a Hoffmann, de quien dijo tiene "sólida formación técnica y experiencia de gestión", y que "defiende sus posiciones sin temor y enfrenta con elegancia los desafíos".
Al dirigirse a la nueva funcionaria, Rousseff enfatizó: "Mi gobierno, nuestro gobierno, ministra Gleisi, tiene metas y va a cumplirlas".
De acuerdo a las crónicas de los portales de los diarios Folha, O´Globo y Estado, Palocci destacó en un breve discurso que su salida no responde a ningún acto ilegal: "trabajé dentro de la más estricta legalidad. Pero el mundo jurídico no trabaja en el mismo sentido. El embate no permitiría que continuase en mis funciones".
Interrumpido por los aplausos, Palocci -quien también debió abandonar el gobierno de Luiz Lula da Silva como consecuencia de un escándalo político- cerró sus palabras con una explicación de las razones que lo llevaron a ofrecer la renuncia: “Si entré en el gobierno para promover el diálogo, salgo ahora para preservarlo”.
A pesar de su alejamiento, que llegó a ser reclamado por miembros de los propios partidos gobernantes, legisladores de la oposición insistieron hoy con un proyecto en la Cámara de Diputados para invitara Palocci a dar explicaciones sobre su evolución patrimonial.
Su sucesora en el cargo, la senadora Hoffmann, dijo al asumir el cargo en el Planalto que espera reflejarse "en el modelo de Dilma", que estuvo al frente de la Casa Civil durante parte del gobierno de Lula da Silva.
"La política da sentido a la técnica y esta califica la política”, afirmó la nueva ministra al señalar que pretende emular la "claridad, la razón y el sentido público" de la mandataria, en similar sentido del discurso que brindó momentos antes al despedirse de sus colegas del Senado Federal.
Allí, Hoffmann dijo que Rousseff le había encomendado la "misión" de fortalecer una "convivencia respetuosa" con los partidos de la base aliada y la oposición en el parlamento, a quienes aseguró que trabajará por mantener un amplio diálogo entre los poderes.
La flamante ministra, de 45 años, es la esposa del ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, y ya actuó dos veces en funciones ejecutivas como secretaria de Reestructuración Administrativa en el gobierno de Mato Grosso do Sul, en 1999; y como secretaria de Gestión Pública de la ciudad de Londrina, en 2001.
También fue la responsable de la Dirección Ejecutiva Financiera de la represa binacional Itaipú, entre 2003 y 2006, y al momento de ser designada jefa de la Casa Civil era senadora por el Partido de los Trabajadores.