Un confuso y violento episodio se vivió en la ciudad de Cincinnati cuando se disputaba un partido de la liga americana béisbol. Amir Garrett, un jugador del equipo local, cruzó parte del campo de juego corriendo apuntando directo hacia un rival, a quien, impulsado por su velocidad, le propinó un tremendo golpe y dio inicio a una verdadera batalla campal.

Con el público gritando de fondo, sorprendido por lo que estaba viendo, comenzó una pelea de todos contra todos en pleno campo de juego, que duró varios minutos. El escándalo terminó con cinco expulsiones y se esperan sanciones más duras contra los principales involucrados en la batalla, que fueron varios.

El partido, que terminó en escándalo, fue victoria para el equipo visitante, Pittsburgh Pirates, por 11-4 sobre Cincinnati Reds.