Fueron 522 kilogramos de basura los que se juntaron  en la Laguna Setúbal. Los datos forman parte de un informe realizado a partir de la jornada voluntaria de concientización y limpieza de nuestra laguna. Botellas (envases de gaseosa, agua mineral, etc), contenedores de productos de limpieza, telgopores (bandejas, potes de helado, vasos, etc), envolturas de plástico de alimentos y bolsas de supermercado, tapas de botellas y sorbetes, entre otros, fueron algunos de los deshechos recogidos en el curso de agua. Los mismos se dividieron en: plástico, vidrio, aluminio y otros metales y telas. 

El plástico es uno de los principales enemigos de la laguna. Tal es así ,que por la cantidad que se encuentra en el espejo de agua muchos animales eligen este tipo de material para realizar sus nidos. 

En diálogo con LT10, Martín Blater, investigador del Conicet dijo que “el problema del plástico es visible por todos y tiene que ver con la cantidad de tiempo que tarda en degradarse este material”. 

Una botella de plástico depende de varios factores pero hablamos de más de 100 años en promedio. Esto quiere decir que es lo que demora en desaparecer”. En el caso de una bolsa de residuos o de polietileno puede demorar 40 años. No son números fijos y todo depende de las condiciones ambientales y de la elaboración del polímero.

Por otro lado, el investigador enumeró algunos de los problemas. “El primero es un problema estético, el ambiente se vuelve  menos agradable y la gente no lo considera parte de su entorno”, dijo. Otro de los efectos es sobre la misma fauna: “Encontramos partículas de plástico en aparatos digestivos de varias especies". Además afirmó que "muchas especies asimilaron al plástico y lo utilizan para hacer sus nidos". Un claro ejemplo es en la fauna ictícola donde peces como armados, sábalos y rayas los utilizan para hacer lugares de resguardo” destacó Blater.