El sábado antes de las 22, el juez federal de Reconquista, Aldo Alurralde, regresó a su vivienda particular en la localidad de Nicanor Molina y sorprendió ebrios a los suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina que lo estaban custodiando. El magistrado reportó la anómala situación a los superiores de los uniformados, y ambos fueron apartados del servicio activo por sus superiores.

El hecho se da sólo cinco días después de que el magistrado denunciara que le dejaron un "mensaje mafioso" en su propio despacho. Al llegar a trabajar el miércoles al Juzgado Federal de dicha localidad, Alurralde encontró un pájaro muerto y prolijamente acomodado al lado del mouse de su computadora.

"No me siento amedrentado por nada ni por nadie. Yo sigo trabajando como siempre", había expresado Alurralde en diálogo con Primera Tarde, tras el hallazgo . Además, recordaba que no es la única vez que sufrió amenazas.

Gendarmes borrachos

Cuando el juez federal Alurralde llegó a su vivienda, observó que uno de sus custodias estaba visiblemente alcoholizado y con fuerte olor etílico. Luego, cuando recurrió al segundo de los custodios para denunciar el estado del primero de ellos, se encontró con que éste, arrojó una bolsa al interior de una zanja que contenía dos botellas y dos cajas de vino Toro. El primero de los custodios, además, le expresó a Alurralde "Usted es Dios" , "Mi Lord".

En disponibilidad

En la vivienda del magistrado se presentó el jefe de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales (Uesproju), desarmó a los dos suboficiales, ordenó trasladarlos a la dependencia de la fuerza nacional en la ciudad de Avellaneda, y posteriormente recurrió solicitar alcoholímetros a la Municipalidad a cuya prueba se negaron los suboficiales, que inmediatamente fueron pasados a disponibilidad y sacados del servicio activo.