"A esta hora, hace 4 años, recibía el último llamado de mi hija y era la última vez que escuchaba su voz", dice la madre de Antonella Olmedo, la joven de 20 años que murió por las heridas y quemaduras provocadas por la explosión que se produjo en la panadería Colella el 13 de septiembre de 2015.

"Ese día", continúa Marcela Olmedo, "me dijo que no la vayamos a buscar porque iba a tomarse un taxi y nunca llegó. Tuve que ir a un hospital a ver a mi hija", recuerda al cumplirse 4 años del día del estallido e incendio. "No es unicamente la fecha, es la angustia, la bronca y la impotencia frente a una Justicia injusta que no toma el valor de lo que es una vida humana", reflexiona en voz alta.

Por la explosión fueron  imputadas 4 personas: Nicolás Colella, dueño de la panadería; Martín Wexler, propietario del local; Gustavo Arreguez, quien tenía un maxikiosco lindante a la panadería, y Nadia "Nacha" Sánchez (encargada de la sucursal donde se produjo el siniestro fatal), por "estrago culposo calificado por el resultado de muerte". 

El 17 de mayo de este año se realizó un jucio abreviado en donde todos quedaron en libertad por recibir penas de 3 años.

La madre de Antonella considera que "no se hizo Justicia". Si bien reconoce que aceptó el juicio abreviado, indicó que lo aceptó por recomendación de su abogado, quien le comentó que en un juicio oral todos se iban a declarar inocentes "y a lo sumo les darían una probation".

"No le dieron a Anto la justicia que ella merecía", remarca Marcela. "Yo quería ver presos a los causantes de la muerte de mi hija, y que su causa pudiera sentar precedente para otros casos. Pero estamos ante una justicia en donde zafan los que tienen más dinero, y no una justicia para los pobres", concluyó.

El caso

Antonella Olmedo era empleada de la panadería Colella, ubicada en J.J Paso y 4 de enero. Estaba trabajando cuando a causa de un escape de gas se produjo una explosión que le causó quemaduras en el 65% de su cuerpo. Ocurrió el domingo 13 de septiembre de 2015.

La joven, de 20 años, falleció en el hospital Cullen 32 días después por las heridas que sufrió por la voladura.

La explosión se produjo por un escape de gas natural, hecho que ya había sido advertido meses por los empleados debido a que una boca de alimentación no estaba conectada  y tampoco el tapón epoxi obturador de seguridad. El gas produjo la ignición al entrar en contacto con una chispa que se produjo cuando la joven fallecida desenchufó una lámpara eléctrica mata insectos.

En consecuencia, se cayó el cielorraso, explotaron vidrios, se desprendieron las puertas de ingreso a la panadería y a los dos locales contiguos, afectación de enseres y mercaderías y corrimiento de los muebles de su lugar.

Audio: Mariela Olmedo