A la enfermera Cecilia Burgadt la mataron a golpes de puño, con una piedra y un palo de madera. Así lo entienden los fiscales Andrés Marchi y Marcelo Fontana, quienes investigan el femicidio de la mujer ocurrido el viernes pasado. Por el caso sigue detenido un hombre de 49 años, quien ayer quedó imputado por homicidio calificado (por el vínculo; por enseñamiento; por ser para asegurar los resultados de otro delito y lograr su impunidad; y por ser cometido por un hombre contra una mujer y mediando violencia de género) en concurso real con el delito de estafa.

Así lo dispuso ayer el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Sergio Carraro, quien además dispuso que continúe con prisión preventiva.

Cecilia era amiga del presunto femicida, cuyas iniciales son SJAM. Esa amistad se habría transformado en una relación sentimental, pero ella habría intentado cortarla, y el hombre se resistía a dejarla. Habría utilizado la excusa de acompañarla a un taller mecánico para llevar el auto que recién se había comprado. El viernes salió del hospital Cullen donde trabajaba y nunca más se la vio con vida.

Su cuerpo apareció al día siguiente con signos de golpes por todas partes, escondido en una vivienda de 4 de Enero al 8900 de la ciudad de Santa Fe.

Ese es el relato de los sucesos que esgrimieron los fiscales para explicar en parte lo sucedido.

Los hechos

¿Se podría haber evitado el crimen? La familiar de Burgadt quiso hacer la denuncia sobre la desaparición de la mujer el mismo viernes en la comisaría de San José del Rincón, de donde era oriunda. Para la justicia, la mujer fue asesinada al día siguiente.

En la audiencia, los fiscales Marchi y Fontana relataron que “el femicidio de Burgadt fue cometido entre las 14:00 del pasado viernes y las 4:20 del sábado en una vivienda ubicada en calle 4 de Enero al 8.900”. Los funcionarios del MPA argumentaron que “el imputado actuó en un contexto de violencia de género, de manera intencional y con ensañamiento en perjuicio de la mujer con la que había mantenido una relación de amistad, y luego una relación de pareja no conviviente que ya había finalizado”.

Los fiscales Andrés Marchi y Marcelo Fontana en la audiencia de este martes (Foto: MPA)

Ambos funcionarios detallaron que “el imputado le aplicó numerosos golpes a la mujer y también utilizó una piedra y un palo de madera para agredirla”. En el relato que hicieron en la audiencia, agregaron que “de acuerdo al informe preliminar de autopsia, la víctima sufrió heridas en distintas partes del cuerpo”.

Violencia de género

En cuanto al contexto de violencia de género, los fiscales subrayaron que “se verifica en función de la violencia física y de la violencia económica y patrimonial. En relación a la primera, debido a que el imputado actuó sobre el cuerpo de una mujer, causándole extremo dolor y la muerte. En cuanto a la violencia económica y patrimonial, al aprovecharse de la relación previa que los unía para perpetrar el engaño y lograr el apoderamiento ilegítimo de un automóvil que había adquirido la mujer”.

“Además, la violencia de género se verifica a raíz de que la víctima había decidido no proseguir la relación íntima que mantenía con el imputado, quien no aceptaba la libre decisión de la mujer y le insistía para retomar el vínculo”, añadieron

Estafa

“Además, con su accionar, el hombre investigado procuró asegurar los resultados de otro delito, concretamente, de una estafa”, agregaron los fiscales. Acerca de este ilícito, sostuvieron que “los hechos fueron producidos para asegurar los resultados económicos y lograr su impunidad en relación al apoderamiento ilegítimo de un automóvil que la víctima había comprado recientemente”.

Denuncia

Los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez iniciaron una investigación para analizar el accionar del personal policial de la comisaría 14 de Rincón en relación a la respuesta que brindaron a las hijas de Burgadt cuando fueron a radicar la denuncia por el paradero de su madre.