A pesar de la multitudinaria marcha que realizaron los santafesinos para pedir seguridad después de la muerte de Julio Cabal durante un asalto a su negocio, el tiempo continúa, el mundo sigue girando y los hechos delictivos no cesan.

En barrio Guadalupe los ataques de motochorros suceden a toda hora y los delincuentes no tienen escrúpulos para actuar.

Le apuntaron a la cabeza a un nene

Esta tarde alrededor de las 14, una mujer se encontraba en Echagüe y Espora junto a su hijo esperando un colectivo. En ese momento, apareció un motochorro que le apuntó en la cabeza al nene para robarse la cartera de la mujer. La madre entregó sus pertenencias y el malviviente se dio a la fuga en una moto roja.

Sin poder trabajar

Otro hecho de inseguridad dejó a un joven sin poder trabajar. Alrededor de las cuatro de la tarde, un delincuente asaltó un local de tatuajes en General Paz al 7500, se llevaron todos los elementos de trabajo y  le apuntaron en la cabeza a un cliente.

Nicolás,  el dueño del local no podrá seguir trabajando ya que le llevaron todas sus herramientas y pide colaboración para poder recuperarlas y continuar con su negocio.

Inseguridad en plena marcha

Lo más insólito es que anoche, mientras los santafesinos marchaban hacia Tribunales para pedir seguridad y justicia por el asesinato de Julio Cabal, un delincuente intentó asaltar a mano armada una verdulería ubicada en General Paz al 7800.

El ladrón ingresó con un casco y amenazó al dueño y a su hija que estaba con èl.  Sin embargo, no pudo perpetrar el atraco porque el dueño lo tomó del pecho al delincuente y lo sacó a los empujones del negocio.

En ese momento, una vecina sacaba el auto del garaje, por lo que el ladrón al no poder llevarse nada de la verdulería, abrió la puerta del vehículo y le sustrajo el celular a la mujer y se dio a la fuga en una moto junto a otro sujeto.

Banda que realiza entraderas

Los vecinos también comenzaron a denunciar sobre la existencia de una banda, tipo grupo comando, que ingresa a las viviendas cuando hay personas dentro, las amenazan y privan de su libertad y les exigen la entrega de dinero. Ya se dieron cuatro casos de este tipo.