La crisis en Chile continúa y entra en su quinta jornada consecutiva donde población sale a las calles a protestar por su disconformidad ante las políticas que implementó el Gobierno liderado por Sebastian Piñera, quien ayer pidió perdón a su compatriotas en una conferencia.

Entre las consignas de las protestas están el alza del pasaje, la mala educación y el desempleo, que han mermado en el descontento de los chilenos. El Estado respondió decretando un Estado de Emergencia y una represión policial que ya ha dejado el saldo de 18 muertos. 

Más de 80 jóvenes heridos de perdigones en Plaza Italia

Un video difundido en las redes sociales muestra a decenas de manifestantes siendo relegados con bombas lacrimógenas y balines lanzados al cuerpo en la Plaza Italia.

Según el texto que acompaña la grabación, alrededor de 80 jóvenes heridos de perdigones y balines son atendidos en carpas improvisadas de la Cruz Roja.

Piñera se reunió ayer con los representantes de los partidos Por la Democracia (PPD), Radical (PR) y Demócrata Cristiano (PDC), quienes le reclamaron que los militares sean retirados de las calles y se ponga fin al estado de excepción declarado en medio del estallido social. Los disturbios comenzaron luego de que el gobierno dispusiera un alza de 5% en la tarifa del Metro, pero derivaron en una protesta generalizada que ya dejó como saldo 15 muertos, 200 heridos entre civiles y uniformados, y 2600 detenidos.

Al cabo de ese encuentro, el ministro del Interior Andrés Chadwick, anunció que Piñera "próximamente" daría a conocer una "propuesta de agenda social para avanzar en el país".

Las agrupaciones de izquierda opositora rechazaron participar del encuentro con Piñera y criticaron el uso de las fuerzas militares para reprimir a los manifestantes. El gobierno "aún piensa que estamos frente a una crisis relacionada con el orden público y no con una demanda social acumulada por años de abuso a las chilenas y chilenos", indicó el Partido Socialista (PS).

Para hoy y mañana, las mayores sindicales convocaron a una huelga general. Los trabajadores de Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, iniciaron un breve paro de advertencia en apoyo a las protestas.