Pulga Rodríguez se habría lesionado otra vez el tobillo antes de la final

La Conmebol Sudamericana realizó una publicación en su cuenta de Instagram donde cuenta una historia donde se informa que el tucumano se habría lesionado antes del cotejo ante Independiente del Valle.

Luis Miguel Rodríguez sorprendió luego de la final ante Independiente del Valle al manifestar por los micrófonos de DirecTV Sports, una de las señales encargadas de televisar la Copa Sudamericana, que estaba pensando en marcharse de Colón.

La noticia no es nueva, debido a que su hermano hace un par de días lo dejó entrever, ya que Pulga tendría la posibilidad de volver a Atlético Tucumán y de ocupar un cargo en la Secretaría de Deportes de su provincia.

La desazón de Lavallén por no haber podido ser campeón con Colón

En tanto que el mismo tucumano también había dejado picando esta posibilidad en una entrevista que dio con Diario Olé antes de la gran final de la Sudamericana ante Independiente del Valle.

El tucumano no llegó en las mejores condiciones físicas al partido, producto de un esguince de tobillo izquierdo que sufrió ante Godoy Cruz de Mendoza, producto de la cual no volvió a sumar minutos en la Superliga.

Pulga Rodríguez dejó picando la chance de marcharse de Colón

Pero lo más llamativo ocurrió con una publicación de la Conmebol Sudamericana en su cuenta de Instagram, donde se informa lo siguiente: "El Pulga entra a la Nueva Olla mirando hacia arriba, pisa una canaleta, se le dobla un tobillo que ya lo tenía molesto y va directo a buscar a los kinesiólogos. Lavallén entra al vestuario, lo busca y lo encuentra tirado en una camilla retorciéndose de dolor. Sin saber, todavía, que seis horas después el 10 saldrá caminando 200 metros solo, en la oscuridad del mismo pasillo donde se lastimó, con la frente clavada en el suelo y los dedos arrancándose los pelos".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

🔴⚫ El Pulga entra a la Nueva Olla mirando hacia arriba, pisa una canaleta, se le dobla un tobillo que ya lo tenía molesto y va directo a buscar a los kinesiólogos. Lavallén entra al vestuario, lo busca y lo encuentra tirado en una camilla retorciéndose de dolor. Sin saber, todavía, que seis horas después el 10 saldrá caminando 200 metros solo, en la oscuridad del mismo pasillo donde se lastimó, con la frente clavada en el suelo y los dedos arrancándose los pelos.

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