Comenzó cumbre del G-8

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, inauguró la cumbre del G8 al recibir a los otros siete jefes de Estado y de gobierno de los países más industrializados del mundo en la localidad francesa de Deauville. Los mandatarios de Estados Unidos y Rusia, Barack Obama y Dimitri Medvedev, fueron los últimos en llegar al salón de banquetes Villa Le Cercle, donde los esperaba el anfitrión bajo algunas gotas de lluvia y varias decenas de jubilados entusiasmados.

Comenzando por un almuerzo de trabajo, los ocho líderes deben abordar las "revoluciones árabes", las lecciones del accidente nuclear de Fukushima, Libia y
Siria, sin olvidar el reemplazo de Dominique Strauss-Kahn a la cabeza del Fondo Monetario Internacional (FMI), que dimitió tras su inculpación por intento de violación en Nueva York.

Además, del anfritrión francés y los mandatarios de Rusia y EEUU, participan, el ingés David Cameron; la alemana Angela Merkel; el italiano Silvio Berlusconi; el canadiense Stephen Harper y el japonés Naoto Kan.

Alojados en los dos más prestigiosos hoteles de Deauville, lujoso balneario del noroeste de Francia, los dirigentes del G8 celebrarán su cumbre anual en una ciudad blindada por un vasto dispositivo de seguridad de más de 12.000 policías, gendarmes y militares, y abandonada prácticamente por sus habitantes.

Más de 2.000 periodistas cubrirán el evento desde un centro de prensa instalado en el Hipódromo de Deauville.

El nombramiento del sucesor de Strauss-Kahn al frente del FMI, estará indudablemente en las conversaciones de los ocho líderes mundiales aunque no figura en la agenda oficial. Los emergentes, que no están invitados en Deauville, buscan presentar un candidato único al FMI frente a la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, respaldada por los europeos, que ocupan ese cargo desde 1945.

Entre otros temas, los líderes propondrán una "colaboración duradera" a los países de las "primaveras árabes", en especial Túnez y Egipto. "Nos reunimos con los primeros ministros de Egipto y de Túnez y decidimos lanzar una colaboración duradera con estos países que inician una transición hacia la democracia" y hacia "la construcción de sociedades tolerantes", afirman los dirigentes de los ocho países más ricos del mundo que definirán su ayuda financiera para sostener el camino a la democracia.

En su proyecto de declaración conocido antes del inicio oficial de la cumbre bajo presidencia francesa, el G-8 afirma que su "objetivo común" con los países que en los primeros meses de 2011 protagonizaron las "revoluciones árabes" es "desarrollar el estado de derecho y un compromiso ciudadano".

Casi tres meses después del inicio de los bombardeos de una coalición internacional en Libia, los dirigentes del G-8 instarán a Muamar Gadafi a cesar la violencia y expresaron su apoyo a una solución política, según el proyecto de declaración.
Por eso en Deauville el G-8 instará al régimen de Bashar al Asad a "cesar el uso de la fuerza y de la intimidación" a la luz de la brutal represión de las manifestaciones populares. También reclamarán a Siria que inicie "un diálogo y reformas fundamentales" para responder a la "legítima expresión de las demandas del pueblo sirio", señala el proyecto de declaración.

Los líderes del G-8 instarán a israelíes y palestinos a mantener "conversaciones sustanciales sin demora", según el borrador cuyo octavo punto se refiere a las consecuencias del accidente nuclear de Fukushima.