Troglio mantiene una duda para enfrentar a Colón
Mientras el fuego cruzado continúa y ya uno no sabe cómo y dónde puede terminar todo esto, lo más notable… lo asombroso, lo bochornoso, y hasta lo espantoso, es el grado de impunidad y liviandad con que los protagonistas lanzan sus duras acusaciones sin la más mínima responsabilidad.
Maradona acepta que tomó “un café veloz” con la anuencia de la AFA, ya que en los duelos ante Australia por las eliminatorias no había antidoping. Recordemos que Argentina jugó el repechaje ante los asiáticos después de la goleada 5-0 de Colombia en el Monumental. Fue previo a EEUU 94.
No conforme con semejante acusación, del tenor que sólo Maradona puede ofrecer por creerse “Dios del fútbol” con derecho a todo…el Presidente de la AFA, en lugar de poner paños fríos, parar un nuevo arrebato, otro desenfreno del “10”, tan peligroso con su lengua irresponsable como con su zurda endiablada; redobla la apuesta y lanza una frase cuasi mafiosa, como el “padrino” del fútbol doméstico también nos tiene acostumbrado: "Evité el control porque no sabía lo que tomaban o dejaban de tomar". Es decir, Grondona admite que en FIFA se puede evitar un control antidoping, en una final por un lugar en un Mundial, con la excusa que “no saber lo que tomaban”.
Ahora, si un dirigente, de la talla de un máximo referente de una poderosa Asociación, vice de la FIFA, tiene sospechas del consumo de sustancias prohibidas de sus jugadores: no sería reglamentario, mejor y hasta más “sano”, evitar exponer a un futbolista; protegerlo, ayudarlo, contenerlo y NO ¡¡¡cancelar el control antidoping de un cotejo decisivo porque puede dar positivo !!!!
Grondona, necesitó del devaluado, por aquellos tiempos, Diego Maradona, para “salvarse y salvar” a la selección, del papelón de no jugar un Mundial, apelando a sus “contactos” para evitar controles que pusieran en riesgo: primero y principal su prestigio, su Presidencia (ante una eventual tempranera eliminación), y luego a Maradona, como él dice.
Basta con recordar que Diego dio positivo durante la disputa de aquella Copa del Mundo un par de meses después, para darse cuenta que al poco tiempo nomás, no importó “protegerlo”, porque habíamos llegado a la cita y la misión estaba cumplida.
Luego llegaría el momento de sacrificar al “10”. Le “cortaron las piernas” al jugador y a todo un equipo que amagaba con poner en riesgo la corona de Brasil, casualmente, país del que era oriundo el máximo dirigente del fútbol mundial. Joao Havelange era el superior de Don Julio por aquellos tiempos. Indudablemente llegó el momento de pagar “viejas deudas” y se terminó la “protección”. Fue necesario, esta vez SI, un control antidoping que permitan pagar “las facturas anteriores”.
Triste, penoso, vergonzoso: como todo lo que está pasando por estos tiempos en el fútbol argentino… acusado de manejos turbios, de corrupción… violento hasta la mismísima muerte!!!
Grondona parece estar blindado… y bien custodiado. Diego, lejos y cada vez más sólo.
Mientras tanto, “Don julio” maneja los hilos a su antojo. Domina el Tribunal de Disciplina y los árbitros como antes Diego la pelota. Es el principal acreedor de los clubes y por eso tiene rendido a sus pies a la mayoría de los dirigentes de los clubes. Se asoció con el Gobierno con el “Fútbol para todos” y gambeteó con estilo “maradoneano” una posible intervención Federal como se rumoreaba en plena gestión de Néstor Kirchner.
Grondona y Maradona demostraron una vez más que, “…uno vive en la impostura y otro roba en su ambición” entonces, da lo mismo que “sea cura, colchonero, Rey de Bastos, jugador, dirigente o polizón”
En sus limitadas e irresponsables reflexiones, dejan en claro que “es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador...”
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao el “Fútbol argentino”, y herida por un sable sin remache ves llorar a un viejo socio vitalicio, junto a un apañado barra brava. Un auténtico “cambalache”.