Si te entra agua en el oído no sacudas la cabeza
Los especialistas encontraron un nuevo método para quitarnos el agua de los oídos, ya que la técnica que siempre utilizamos podría ser perjudicial para la salud.
¿Sabías que la forma en que empleamos para sacar agua atrapada en nuestros oídos podría causar problemas en el cerebro de los niños más chicos?. Según la medicina, sacudir la cabeza para intentar extraer el líquido acumulado en el canal auditivo resulta peligroso, debido a la magnitud de la variación de la velocidad en un tiempo corto.
La información fue aportada por un un estudio realizado por Anuj Baskota, Seungho Kim y Sunghwan Jung, de la Universidad de Cornell y Virginia Tech. “Nuestra investigación se centra principalmente en la aceleración requerida para sacar el agua de los oídos”, confirmaron a la American Physical Society.
Para llegar a esta conclusión, probaron varios tubos de vidrio de distintos tamaños y canales auditivos impresos en 3D, donde aplicaron diferentes aceleraciones. Los investigadores, querían determinar cuál es la combinación ideal para retirar el agua de un espacio con características semejantes al oído.
“La aceleración crítica obtenida fue alrededor del rango de 10 veces la fuerza de gravedad para los tamaños de orejas infantiles, lo que podría causar daño al cerebro”, según reveló Baskota. En el caso de los adultos, la variación de la velocidad fue menor porque sus oídos son de mayor diámetro.
Respecto de cómo proceder en estos casos, los especialistas fueron precisos: “A partir de nuestros experimentos y modelo teórico, descubrimos que la tensión superficial del fluido es uno de los factores cruciales que promueven que el agua se atasque en los oídos”, dijo Baskota. Entonces, los entendidos en el tema recomiendan sustituir el movimiento acelerado de la cabeza por otro método más eficaz, y lo más importante, que no pone en riesgo nuestra salud.
Lo ideal, sería colocar algunas gotas de un líquido con una tensión superficial más baja que el agua, como puede ser el alcohol o el vinagre, lo que reduciría la fuerza de la tensión superficial, permitiendo que el agua fluya en nuestros oídos”, según detalló Baskota.