La PlayStation cumple 25 años
El 3 de diciembre de 1994 fue lanzada al mercado la icónica consola el aparato que redefinió la historia de los videojuegos.
Hace 25 años exactos Sony se atrevió a hacer lo que parecía impensable en aquel momento. Patear a Nintendo y tirarlo del trono como el rey absoluto de la industria de los videojuegos con una consola perfectamente desconocida: la PlayStation.
Era un tres de diciembre de 1994 cuando Ken Kutaragi y legendario equipo de desarrolladores pusieron en la línea de fuego su futuro laboral lanzando un aparato originado gracias a un proyecto abortado para extender la vida de la Super Famicon. Tal vez el mayor error en la historia de Nintendo.
La PlayStation original en su momento vendió 100 mil unidades durante su primer día de ventas en Japón. Fue arranque relativamente modesto para el furor por este sector y el dominio de su principal competencia.
Pero la PSX, como muchos la conocían acá en América, al final haría historia para convertirse en la primera consola doméstica en superar los 100 millones de unidades vendidas en todo el mundo.
La gracia de la PlayStation es que rompió todas las barreras concebidas hasta ese momento. Dio el salto al formato de disco con gráficos poligonales en 3D. Mientras que los demás se seguían aferrando a los cartuchos con juegos en vista lateral y con ports de títulos arcade.
A la par abrió las puertas a los desarrolladores, que encontraron una plataforma más amigable, financiera y tecnológicamente para dar rienda suelta a su imaginación y sus proyectos.
La Nintendo 64 llegaría hasta junio de 1996 un par de años después. Ahí se publicarían títulos igual legendarios. Pero para entonces ya era demasiado tarde. Sony era el nuevo chico más popular del vecindario.
Todos tenemos una historia sobre nuestro primer contacto con una consola PlayStation. Haya sido de la primera generación o alguna subsecuente. Incluso en el blog oficial de Sony hay una publicación sobre ello.
Pero en todo este tiempo la sensación al encender esta familia de consolas y ver su logotipo en la pantalla sigue siendo igual de emocionante; con una pequeña diferencia: ahora, a 25 años de esa primera vez, ya se siente como algo familiar. Como estar en casa.