¿La sal marina es más sana que la sal común?
La sal es el aditivo por excelencia. Cambia y potencia el sabor de los alimentos, y combina bien con todo. Pero el exceso puede ser perjudicial. Pero, ¿hay sales más saludables que otras?. Esto dice la ciencia.
La sal es el aditivo por excelencia. Cambia y potencia el sabor de los alimentos, y combina bien con todo. Resulta un elemento imprescindible de cualquier cocina.
Tal es la pasión que despierta la sal, que en general puede decirse que nos excedemos en su consumo. En este sentido la Organización Mundial de la Salud recomienda disminuir la ingesta hasta 5 gramos al día.
El motivo es su contenido en sodio. El sodio es necesario en nuestro organismo para el correcto funcionamiento y equilibrio de músculos, fluidos corporales y nervios. Pero la cantidad requerida para ello es muy pequeña.
Como en general se tiende a tomar más sal de la necesaria, con ello también se excede el sodio presente en el cuerpo.
El problema es que una sobreabundancia de este mineral en nuestro organismo se ha vinculado con varios problemas para la salud como un aumento de la presión sanguínea, riesgos de infarto cerebral o enfermedades renales entre otras.
En el mercado podemos encontrar varios tipos de sal. Entre las más habituales, la sal de mesa (o sal común) y la sal marina.
En general, se tiende a pensar que la sal marina es más saludable que la común. Esto puede deberse a que la primera está menos tratada, se cree que conlleva menos sodio y se asocia con un mayor contenido de otros minerales como yodo, magnesio, potasio o calcio.
La sal marina se obtiene por evaporación directa del agua de mar. Al ser más natural puede conllevar cantidades de los minerales antes citados, pero realmente en proporciones muy pequeñas. En otras palabras, no podés esperar que la fuente principal de magnesio, yodo o calcio para tu organismo provenga de ella.
La sal común se obtiene de salinas o minas terrestres y es sometida a un proceso de refinamiento para la obtención de la textura con la que se comercializa. Este tratamiento hace que pierda esos minerales. Aunque en ocasiones es enriquecida, por ejemplo con yodo, de ahí la sal yodada.
Pero, en cuanto a los beneficios para la salud de una u otra, ambas son igual de perjudiciales si se toman en exceso. Y es que la cantidad de sodio que contienen sal común y sal marina es prácticamente la misma.
En este sentido, en 2011 un estudio elaborado por Consensus Action on Salt & Health, (CASH) un grupo de investigadores preocupado por los efectos de la sal en la salud, con sede en la Universidad Queen Mary de Londres, alertaba sobre esto mismo.
Para la investigación se analizó varias marcas de ambos tipos de sal, descubriendo que no se encontraban diferencias significativas en la cantidad de sodio aportadas por la sal marina y la sal común.
Sí que existen diferencias en cuanto a textura y sabor. Ya que la sal marina se comercializa en escamas, de mayor tamaño que aportan un sabor más fuerte.
Pero eso es en lo único en que difieren.
Si consumís sal marina tené en cuenta que su aporte de sodio es significativo y que por ello, excederse conllevará los mismos riesgos para la salud que tomar sal común.