El devastador sismo y posterior tsunami destruyó además varias fábricas de Sony en el noreste del país, cuyos costos de reparación y limpieza son millonarios.

En febrero, un mes antes de que cerrara su año fiscal, Sony contaba todavía con ganancias.

En las últimas semanas el fabricante japonés también sufrió el robo masivo de datos de los usuarios de sus juegos online y otros fallos en sus sistemas de seguridad. Las pérdidas por ese suceso ascienden a u$s171 millones.

Es que Sony debió implementar un programa contra el robo de información y de datos personales en la PlayStation Network; regalar acceso a diversos productos a usuarios mediante el programa Bienvenidos otra vez; elevar su personal en centros de atención al cliente y pagar a expertos legales.

Y eso no incluye las posibles demandas de usuarios.

Sony, en su día símbolo de la excelencia electrónica y fabricación japonesa, se ha visto superado por Apple en los aparatos portátiles y por Samsung Electronics en las pantallas planas de televisión y afronta la dura competencia de Nintendo y Microsoft en videojuegos.