Agua: ¿cuánto es realmente lo que hay que consumir por día?
Sed, cansancio y calor son las señales más obvias de que estás tomando poca agua.
Todos sabemos que somos casi un 70% de agua. También conocemos lo peligrosa que resulta una deshidratación extrema e intuimos que estar bien hidratadas nos asegura regularizar las funciones vitales y nos hace ver la piel más elástica y luminosa, entre tantos otros beneficios.
Pero ¿cuánto es estar bien hidratado? Sed, cansancio y calor son las señales más obvias de que estás tomando poca agua y de que se justifica que te apuntes a la costumbre de ir con la botellita a todos lados . Porque no se trata de una moda pasajera, sino más bien una actitud de bienestar que cobra cada vez más fanáticos.
¿Cómo me doy cuenta de que estoy mal hidratado? Tener sed es en sí misma una señal tardía, porque indica que estás deshidratado en un 1% y ni siquiera lo notaste. Pero hay otros indicativos de que tenés que tomar más agua: la boca o la piel seca constantemente, la orina color amarillo oscuro (señal de que estás reteniendo líquidos) o uno bien fácil: si sos de esas personas que pueden estar más de ocho horas sin ir al baño, definitivamente te falta agua en el cuerpo. Según las guías alimentarias para la población argentina, necesitamos consumir ocho vasos de agua por día, aproximadamente dos litros. Esto varía un poco según la composición corporal de cada persona, la actividad física que realice y en qué época del año estemos. El primer vaso es al despertar, para activar el metabolismo. El último vaso es antes de dormir, porque ayuda al proceso de limpieza que hace nuestro cuerpo mientras descansamos. En el medio, la licenciada en Nutrición Rosario Montaldo recomienda tener siempre a mano una botella con agua, porque verla nos invita a tomar y, a la vez, sirve para medir cuánto estamos consumiendo.
Water hacks
El té, el mate o el café, las bebidas saborizadas o gaseosas complementan la hidratación del cuerpo, pero es importante saber que no reemplazan el consumo de agua. En cuanto a las infusiones, que se hacen a base de hierbas secas o frutos deshidratados con agua caliente, tienen un efecto diurético en el cuerpo, lo que definitivamente no ayuda a la retención de líquidos. Por otro lado, las bebidas industrializadas contienen elevadas cantidades de colorantes, saborizantes, productos químicos y, en algunos casos, azúcar. Si te aburre tomar agua todo el tiempo, podés reemplazarla por bebidas saborizadas, pero caseras. Lo más elemental es mezclar en una botella agua con jugo natural de fruta o verdura, pero también podés agregarles magia.
Entre los alimentos, estos son los mejores aliados en el plan hidratación que propone esta nota:
- Sandía: es 92% agua y tiene mucha vitamina C. Aumenta las defensas y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Naranja: es 88% agua, rica en vitamina C, potasio, calcio y ácido fólico. Es buena para la piel y para mantener altas las defensas.
- Kiwi: es 83% agua, contiene mucha vitamina C y fibra. Mantiene altas las defensas y regula el colesterol y la presión sanguínea.
- Manzana: es 86% agua, tiene muchísima fibra y gran poder antioxidante.
- Hojas verdes: la lechuga y la espinaca son 95% agua, ricas en vitamina A y C y contienen muchos minerales. Además, son buenas para la piel, la regeneración de células y la visión.
- Tomate: es 94% agua y es rico en potasio, fósforo y vitamina A y C.
- Pepino: es 96% agua y contiene muy pocas calorías. Es uno de los vegetales que mejor acompañan la digestión. Se recomienda consumirlo crudo.
Los por qué de tomar agua
- Mejora la digestión, reduce el estreñimiento, desinflama y hasta previene de infecciones urinarias, ya que el movimiento de líquidos contribuye a liberar toxinas del sistema urinario. Tomar agua también ayuda a asimilar mejor los nutrientes de los alimentos y mejora el metabolismo en general.
- Ayuda a una piel hidratada, tersa y luminosa. La falta de agua favorece la aparición de puntos negros, granos y arrugas. Si te sentís cansada, si te cuesta concentrarte o tenés dolores de cabeza frecuentes, tal vez te está faltando agua en el cuerpo. Cuando estamos bien hidratadas, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y todo anda y se siente mejor.
- El agua lubrica nuestras articulaciones y es el componente de nuestros músculos. La mala hidratación puede traer dolores, fatiga, calambres y hasta desgarros.