El último programa de Flor de Tarde tuvo a Karina Jelinek como invitada especial, aunque su participación en el programa duró apenas dos minutos y medio. Apenas ingresó al estudio, Florencia de la Ve presentó a la modelo, quien lució su vestido color mostaza sin corpiño debajo y saludó a Daniel Gómez Rinaldi y Sebastián “Pampito” Perelló Aciar, y se sentó.

El impecable bronceado llamó la atención de la conductora al punto de bromear con si “venía del Caribe”, y Karina explicó: “Tomo sol natural, me pongo un kilo de crema dorada y autobronceante”. Este detalle hizo que se disimulara un poco el mal momento que vivía Jelinek en silencio ante la cámara.

Hasta que Flor de la Ve le preguntó cómo estaba, a modo de saludo, pero Karina alertó: “Un vasito de agua por favor, se me bajó la presión”. Entre risas de incomodidad, continuó: “Me dio taquicardia. Siento como taquicardia, chicos. En serio. Tengo la mano helada”.

Después de tomar el vaso, precisó: “No almorcé, salí apurada. (…) Tengo que almorzar ahora porque no comí nada en mi casa”.

Tras comentar que come “cada tres horas” y que “entrena todos los días”, Karina Jelinek no resistió y se retiró del piso escoltada por Daniel Gómez Rinaldi. “Me siento mal, perdón, chicos”, se excusó.

En diálogo con Ciudad, Pampito detalló: “En el corte vino el médico, le tomó la presión y Karina dijo que la tenía alta. Sobre el final del programa quiso volver y dijo que hizo un ataque de pánico. Ya le había pasado en Cortá por Lozano”.