"El éxito no es solo ganar"

El prestigioso periodista santafesino, de un gran paso por LT10, realizó una brillante reseña de lo que significó en la historia de Colón haber colmado La Nueva Olla con casi 40.000 hinchas, para la final de la Copa Sudamericana.

La lógica del fútbol, siempre perturbadora, cenicienta infiel, se clavó socarrona el 9N en el corazón rojinegro, cuando menos se lo imaginaban. Ni lo merecían los 40 mil entusiastas que desafiaron la mala organización, el tiempo, la distancia, la economía, el calor, el frío, la lluvia y por qué no, la escasa mística de un equipo de poco fuste que aún así pudo codearse con la gloria. Pero como el hincha de Colón se festeja a sí mismo por encima de un circunstancial resultado, la final terminó siendo memorable e inolvidable para todos. Y si no que lo siga contando Alejandro Dominguez, Pte de Conmebol.

Seguro que los autodenominados “resultadistas”, subgénero que insiste con una de las ideas más crueles en la historia universal: “solo importa ganar”; nunca entenderán de pasión, de pertenencia, de amor incondicional… y seguirán pensando que solo se es Rey por tener corona y lo demás “no sirve”. En un tiempo de odios vacíos, construidos desde la posverdad, de dobles discursos multiplicados por miles, decidí archivar algunas preguntas, convencido que muchas veces es mejor perderse que encontrarse: ¿Qué es el éxito? ¿Nos cambia un éxito, o lo que cambia es la mirada del otro? ¿Un éxito lo justifica todo?

Por suerte existió un torneo sudamericano, una final, un lugar, un partido disputado un 9 de noviembre de 2019, donde el éxito se expresó de varias maneras. Y esta vez, el siempre recalcitrante exitismo del fútbol, no solo consagró al club que hizo más goles y premió a un puñado de futbolistas como los mejores. También hubo éxitos imborrables como asistentes al estadio de Cerro, que superaron ampliamente un eventual triunfo del “otro” por 3 a 1 en el cotejo decisivo. Es que si a “la historia la escriben solo los que ganan…”, hay un himno que te devuelve de una cachetada a la realidad de un deporte, que no solo premia al que gana. "La verdadera historia, quien quiera oir que oiga...", y Los Palmeras lo dicen mas o menos así:

"Sabalé, Sabalé, la culpa de este pueblo Sabalero,
Sabalé, Sabalé, que todo el mundo grite dale Negro!
Ah eh eh ah yo soy Sabalero,
Ah eh eh ah Sabalero, Sabalero..."

Es el Negro un sentimiento que se lleva de verdad
Y que late al compás del corazón,
Si ganaran el infierno por ser negro y nada más
Morirán llevando negro el corazón.