La dirigencia de Boca, con Juan Román Riquelme a la cabeza, continúa con las negociaciones para reforzar el equipo de Miguel Ángel Russo y en las últimas horas logró un avance en las negociaciones con Paolo Guerrero, el gran anhelo Xeneize.

Aunque en los últimos días surgieron versiones que parecían alejar al futbolista peruano, lo cierto es que en Boca ya tienen todo claro.

Dirigentes del club mantuvieron una reunión con el grupo que maneja a Guerrero y ya tienen un borrador de lo que costaría incorporar al jugador. Más allá de la cuestión económica, las partes mostraron muy buena predisposición para que el pase se haga.

Entonces, ahora hay que negociar con el Inter de Porto Alegre, que no tiene necesidad de desprenderse del jugador y, por ello, sólo lo dejarán salir a cambio de la cláusula de rescisión, que asciende a 4,5 millones de dólares. Si Boca está dispuesto a poner esa cifra, Guerrero se vestirá de azul y amarillo.