Alonso tuvo un debut auspicioso y avisó que puede dar más
El piloto español Fernando Alonso, dos veces campeón mundial de Fórmula 1, debutó hoy en el Rally Dakar ubicándose 11º en la primera etapa y aseguró que "tengo más en el bolsillo, pero no es momento de sacarlo".
El piloto español Fernando Alonso firmó este domingo un notable debut en el Dakar al finalizar undécimo en la primera etapa del rally, que se celebra en Arabia Saudita y que en su jornada inaugural tuvo como protagonista inesperado al lituano Vaidotas Zala al hacer el mejor tiempo del día en coches.
Alonso acabó la jornada a 15 minutos de Zala, una marca más que decente para la primera etapa de su carrera en el Dakar, pero advirtió al terminar que puede dar más de sí porque lo importante en estos primeros pasos es no cometer errores y permanecer entre los diez primeros.
"Sé que tengo más en el bolsillo, pero no es el momento aún de sacarlo", comentó Alonso al llegar al campamento de la primera etapa, que tuvo 752 kilómetros entre las ciudades saudíes de Yeda y Al Wajh, de los que 319 fueron cronometrados.
En su preocupación por mantener en buen estado su 4x4, su peor momento en la etapa fue cuando se perdió junto a su copiloto Marc Coma durante tres o cuatro minutos y al reincorporarse al rumbo correcto se encontró detrás de otros tres automóviles que le obligaron a bajar el ritmo y la velocidad durante unos kilómetros.
El Toyota mejor conservado
De los cuatro Toyota en carrera, el de Alonso fue el que más intacto llegó a la meta del día, pues tanto el qatarí Nasser Al Attiyah como el sudafricano Giniel De Villiers y el holandés Bernhard Ten Brinke sufrieron varios pinchazos que les hicieron perder un tiempo considerable.
Aunque tantos pinchazos en el mismo tipo de coche puedan generar preocupación, el campeón de Fórmula 1 se mostró más tranquilo al considerarlo mera cuestión de suerte, igual que a él le ocurrió en octubre en el Rally de Marruecos, la antesala del Dakar.
Al Attiyah, el vigente campeón del rally, había marcado los mejores tiempos en los primeros parciales de la etapa, pero se quedó sin el triunfo del día por tres pinchazos en la parte final de la ruta.
Solo con los infortunios que sufrieron la mayoría de los pilotos favoritos para ganar el Dakar se explica el campanazo que dio el lituano Zala, un hombre que no entra en ninguna quiniela y cuyo mejor resultado en la carrera había sido el duodécimo puesto del año pasado.