Qué es la tromboembolia pulmonar

La autopsia de Juan Carlos Acosta confirmó que el deceso se produjo por este cuadro. ¿Quiénes tienen más chances de sufrirlo y cómo se trata?

El lunes se conoció la noticia del fallecimiento del bailarín Juan Carlos Acosta y esta jueves se supo, de acuerdo al informe del Ministerio Público Fiscal, que la muerte se produjo como consecuencia de una tromboembolia pulmonar (TEP).

¿Pero en qué consta este cuadro? según se explica en la página de la Fundación Española del Corazón el tromboembolismo pulmonar (TEP) es la oclusión o taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar (vasos sanguíneos que llevan sangre pobre en oxígeno desde el corazón hasta los pulmones para oxigenarla) a causa de un émbolo o trombo que procede de otra parte del cuerpo.

En el 95% de los casos, el trombo se forma en las venas de los miembros inferiores y migra hasta la arteria pulmonar. Con menor frecuencia puede ocurrir por aire (embolo gaseoso) o grasa (embolo graso)

Síntomas

Las manifestaciones clínicas más comunes son la disnea (sensación de falta de aire), el dolor torácico y el mareo o desvanecimiento. También puede presentarse fiebre y tos con sangre cuando este cuadro se acompaña de un infarto pulmonar (una zona del pulmón se necrosa o muere como consecuencia de la falta de riego). De hecho, cuando el trombo es muy grande y obstruye la arteria pulmonar principal puede provocar incluso la muerte.

Factores de riesgo

Existen varias situaciones que aumentan las chances de sufrir un tromboembolismo pulmonar. Entre ellos están:

  • Fracturas de extremidades inferiores o cirugía reciente (a causa de la inmovilización, por eso estos pacientes reciben anticoagulantes como heparina subcutánea para prevenir la formación de trombos).
  • Reposo en cama o inmovilización prolongada de más de 3 días (ya que favorece que se coagule la sangre en las venas de las piernas).
  • Viajes prolongados (de más de 8 horas).
  • Estados de hipercoagulabilidad (tendencia a desarrollar trombos), condición que puede ser congénita o adquirida (por ejemplo durante el embarazo o por la toma de anticonceptivos orales).
  • Obesidad
  • Tabaco

¿Cómo se trata?

El abordaje del TEP en la fase aguda o inicial apunta a estabilizar al paciente, aliviar sus síntomas, resolver la obstrucción vascular y prevenir nuevos episodios. La mayoría de las veces esto se consigue con anticoagulación parenteral, por lo general heparina, administrada por punción endovenosa o subcutánea durante los primeros 5 o 10 días. A quienes no pueden recibir anticoagulantes se le indican otros tratamientos como la fibrinólisis para acelerar la disolución del coágulo o la colocación de un filtro en la vena cava para evitar que nuevos trombos migren al pulmón. Pasados los primeros días, el paciente deberá tomar anticoagulantes por vía oral por tres meses mínimo.