La ciencia te dice cómo hacer la taza de café perfecta

¿Qué deberíamos hacer para tener el espresso perfecto?, los estudiosos responden.

El café es una de las bebidas más consumidos a nivel mundial, tanto por su sabor como por su capacidad de despertarnos. Sin embargo, según la ciencia, puede que no lo hayas estado preparando correctamente durante todo este tiempo, además de haber desperdiciando una buena cantidad de materia prima en la preparación. Entonces ¿qué deberíamos hacer para tener el espresso perfecto?

Todos alguna vez nos hemos preguntado por qué no logramos hacer que el café de nuestra casa sepa igual que uno de un buen local de cafés. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Matter, sugiere que esta variación se debe a una inconsistencia inherente a los métodos comunes de elaboración y da una solución para hacer un expresso excelente sin fallar.

A pesar de que la calidad que pueda tener una taza de café dependerá siempre de la variedad y el origen del café, su tostado y la química del agua, el método de preparación también juega un papel crítico en la determinación del sabor general.

Es por esto que el medio asegura que su equipo de investigación, que involucró a un equipo de matemáticos, químicos, científicos de materiales y baristas, formuló un modelo matemático para simular la preparación de un espresso en condiciones realistas de café.

Según los datos revelados por la investigación, menos granos de café y molidos de manera más gruesa son la clave para una bebida más barata de hacer, más consistente entre taza y taza, e igual de fuerte. 

Para los baristas, una de las normas para preparar un buen expresso ha sido siempre moler una cantidad grande de granos de café (más o menos 20 gramos) todo lo fino que sea posible. El razonamiento es que cuanto más fino se muela el grano, más superficie de café estará expuesta al agua, mayor será el rendimiento de la extracción y mayor la cantidad de café molido que se disuelva en el líquido.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que la relación entre moler fino los granos y obtener un buen café no estaba tan clara. Se dieron cuenta de que una molienda muy fina obstruía el lecho del café, por donde debía fluir el agua, reduciéndose el rendimiento de la extracción, desperdiciando materia prima y haciendo que su sabor varíe de una taza a otra, pues algunos granos se estarían empleando y otros no.

“La mayoría de la gente en la industria del café está usando ajustes de molienda fina y muchos granos de café para obtener una mezcla de amargura y acidez agria que es impredecible e irreproducible“, aseguró uno de los científicos. “Una forma de optimizar la extracción y lograr la reproducibilidad es moler más grueso y usar un poco menos de agua, mientras que otra es simplemente reducir la masa de café“. De esta manera todas la