‘Homeland’: la última misión de Carrie Mathison
La trama volverá a ambientarse en Afganistán. Carrie y Saul son el centro de los últimos capítulos de la prestigiosa serie.
Después de varias reinvenciones y misiones ejecutadas en diferentes partes del mundo, Homeland regresa con su octava entrega para darle cierre a la historia que comenzó en 2011.Hemos tenido que esperar dos largos años, pero la última temporada promete recuperar la esencia de la serie, y qué mejor manera de hacerlo que poniendo a Carrie Mathison en una posición similar a la que ocupó el sargento Brody cuando empezó todo.
Como preparación para su despedida, a continuación repasaremos dónde dejamos a los personajes, cuál es el punto de partida de la nueva trama y cuáles son las claves de la que será la última misión de Carrie.
Después de una huida muy intensa, Carrie consiguió que Saul sacara a la testigo, Simone Martin, de territorio ruso. Como consecuencia, fue capturada por Yevgeny Gromov, cuyo método inicial de tortura fue negarle la medicación que necesitaba para el tratamiento de su enfermedad si no aceptaba cooperar.
Siete meses después de su cautiverio, período de tiempo en el que desconocemos qué ocurrió mientras estuvo allí, fue liberada en un claro estado de inestabilidad emocional en un intercambio con prisioneros rusos.
Mientras Carrie se está recuperando física y psicológicamente, Saul Berenson, ahora en el cargo de Asesor de Seguridad Nacional del presidente Warner, solicita su traslado a Kabul para que sirva de puente con el vicepresidente G’ulom en las negociaciones del proceso de paz en Afganistán.
Su reclutamiento se realiza en contra de las recomendaciones médicas y bajo el aviso de sospecha del personal encargado de establecer una cronología de sus actividades durante el tiempo que estuvo prisionera, porque su relato tiene inconsistencias, contradicciones y períodos de tiempo en blanco que no puede justificar.
La vuelta a los orígenes, se cierra el círculo
Carrie Mathison, la agente que ha llegado a poner su su vida en peligro en varias ocasiones y ha sacrificado su salud mental y hasta la custodia de su hija para poder cumplir sus misiones y servir a su país, está ahora en el punto de mira de sus compañeros y superiores en la CIA.
Sobre el papel existe la posibilidad de que pueda ser una traidora que reveló información sensible a los rusos y que se ha pasado al otro bando durante el tiempo que estuvo en cautiverio. La posición en la que se encuentra Carrie es la misma en la que estuvo Brody al inicio de la serie. Cada paso que da o deja de dar es cuestionado, está bajo sospecha permanente y cuenta con el agravante de que ni siquiera ella misma está segura de lo que ocurrió mientras estuvo como prisionera.
Esta nueva misión nos permitirá ver a Carrie como agente de campo en sus labores de espionaje, que es lo que siempre ha funcionado mejor en la serie. A su situación de inestabilidad mental y emocional, y a la desconfianza de su entorno, se suman los peligros propios de su trabajo en el que han cambiado las reglas de juego y para el que ya no dispone de la red de contactos que había establecido en temporadas anteriores.
Aunque la tensión entre Carrie y Brody definió gran parte de las primeras tres temporadas de la serie, la relación más importante de Homeland siempre ha sido la de Carrie y Saul. El vínculo y los conflictos entre el mentor y su protegida ha sido la constante de todo el relato y en la última temporada volverá a tener el protagonismo que se merece.
“Hay mucha tensión entre estos dos viejos amigos; hay confianza y lealtad, pero también mucho conflicto y queremos que esa historia se resuelva. Carrie y Saul son el centro de la temporada final”, explica Alex Gansa, showrunner de la serie.
La trama volverá a ambientarse en Afganistán
Aunque inicialmente se había pensado en trasladar la trama a Tel Aviv o Jerusalén, el equipo decidió volver a Afganistán porque el conflicto talibán tiene más potencial y una lectura más actual que el de Israel y, principalmente, porque Carrie ya había estado allí antes, y esto les daba oportunidad de atar cabos que quedaron sueltos en la cuarta temporada y recuperar algunos personajes que encajaban mejor con la trama rusa.
Personajes que regresan y nuevas incorporaciones
Hugh Dancy (marido de Claire Danes en la vida real) interpretará John Zabel, un asesor de política exterior del presidente Warner, que actuará en oposición a Saul Berenson. Junto a él se incorporan Andrea Deck, como Jenna Bragg, una nueva agente en la CIA que trabajará asistiendo a Carrie; Cliff Chamberlain, en el papel de Mike Dunne, el jefe de la estación de Kabul, el mismo cargo que desempeñó Carrie en la cuarta temporada; y Sam Trammel, como el vicepresidente Benjamin Hayes.
Entre los actores que regresan para esta última temporada, además de Danes, Mandy Patinkin y Maury Sterling (Max), también veremos a Nimrat Kaur (Tasneem Qureshi), Numan Acar (Haissam Haqqani), Mohammad Bakri (Abdul Qadir G’ulom), Tim Guinee (Scott Ryan), Beau Bridges (Ralph Warner) y Costa Ronin (Yevgeny Gromov).