El misterioso y triste final del conductor de Art Attack que murió a los 31 años

A once años de su muerte, todavía no se sabe cuáles fueron las circunstancias de su partida.

Allá por los 2000, toda una generación creció mirando Art Attack, el programa de Disney que incentivaba a chicos y chicas a soltar su creatividad y a animarse a las manualidades, sea cual fuere el resultado y el camino para llegar. 

"No necesitas ser un experto para ser un gran artista", era el remate de siempre de su conductor, Rui Torres, que caló hondo en el inconsciente colectivo infantil.

Lo que no todos saben es que quien estaba al frente de estos desafíos artísticos y guiaba al público infantil con su simpatía, murió hace once años en circunstancias dudosas, envuelto en un misterio que aún hoy no está aclarado.

Rutilio Torres Mantecón, tal era el nombre completo de Rui, estuvo al frente del ciclo en su versión hispanohablante durante los años 2000 y 2002. Pero, súbitamente en 2003, en su mejor momento, Torres se bajó de las grabaciones que se hacían en Londres y volvió a su México natal.

Allí ingresó al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), egresó de la carrera de Ingeniería en Telemática y se enfocó en su familia.

Nada se supo de su vida durante esos años, hasta que en 2008 se dio a conocer que su hijita de dos años había muerto tras una pulmonía contraída durante un viaje de la familia al estado de Zacatecas.

Al poco tiempo, las versiones de que el joven había muerto de una sobredosis de pastillas antidepresivas empezaron a multiplicarse. En un principio, incluso se pensó que se trataba de una noticia falsa.

Hasta que un aviso fúnebre publicado en la revista de la universidad donde había estudiado confirmó lo peor: Rui había muerto el 24 de febrero de 2008, a los 31 años. 

“La comunidad del ITAM le ofrece a la familia Torres Mantecón su más sentido pésame por el fallecimiento de Rutilio, hermano de la Mtra. Maricruz Torres, acaecido el pasado 24 de febrero. Siempre será recordado con cariño por su familia y amigos”, rezaba el texto con la que su casa de estudios lo recordó.

Las causas de su muerte nunca se supieron y todavía hoy son un misterio. Mientras, los fans de Art Attack todavía lo recuerdan con cariño.